CARDIOLOGÍA
JANO.es · 20 agosto 2008
En un estudio noruego, diversas combinaciones de vitaminas B6, B12 y ácido fólico no ofrecieron beneficio en la prevención secundaria de estos pacientes
Diversas investigaciones han demostrado una relación entre concentraciones elevadas del aminoácido homocisteína en sangre y la incidencia de infartos de miocardio e ictus. Ahora, un estudio noruego del Hospital Universitario Haukeland, en Bergen, muestra que reducir los niveles de homocisteína con ácido fólico y otras vitaminas B no previene las complicaciones mayores en pacientes cardiacos.
Estudiaron a más de 3.000 pacientes con enfermedad arterial coronaria sometidos a angiografía coronaria en dos hospitales noruegos entre 1999 y 2006. Dividieron esta población en cuatro grupos y probaron diferentes combinaciones de vitaminas B6 y B12 con o sin ácido fólico. Evidentemente, estas vitaminas se administraron como un añadido a otros tratamientos.
Ocurrió que el estudio tuvo que interrumpirse antes de tiempo porque los resultados preliminares de otro ensayo similar en Noruega no halló beneficio con esta terapia y sí un riesgo incrementado de cáncer.
En este trabajo tampoco observaron ningún signo de que una combinación redujera el riesgo de muerte o de accidente cardiovascular mayor. Sí registraron una tendencia a menor número de ictus y a mayor riesgo de cáncer en los grupos que recibieron ácido fólico, aunque no estadísticamente significativa.
Los investigadores de este trabajo, que publica “Journal of the American Medical Association”, creen que el fracaso de su estudio, y de otros similares, obedece a que la homocisteína podría ser un marcador de riesgo cardiaco, pero no una causa.