• 

Las comunidades autónomas reducirán su presupuesto sanitario en un 4,1% en 2011, con respecto a las cuentas públicas del año anterior, según un análisis de dichos presupuestos que acaba de hacer público la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Salud Pública (FADSP).

Así, el gasto medio por habitante será de unos 1.288 euros -una reducción de 55,4 euros per cápita-, con "desviaciones amplísimas" entre las comunidades que más invertirán, como País Vasco (1.563) o La Rioja (1.528), y las que menos, como Baleares (1.003) o Comunitat Valenciana (1.078).

Del mismo modo, Canarias es la que experimenta una mayor reducción del gasto para este año (un 12,3% menos respecto a 2010), pasando de 1.295 euros por habitante a 1.135 euros, mientras que seis comunidades no llegan al 1% de descenso. Por otra parte, Murcia es la única autonomía que no reduce su presupuesto para este año.

Según recuerda la FADSP, "hay que tener en cuenta que se ha producido una disminución del salario de los empleados públicos del 5% de promedio, lo que en términos generales significa una disminución estimada del gasto sanitario que se ha calculado entre el 1,6% y el 2,5% del total".

Igualmente, la federación advierte de que el gasto público en medicamentos está decreciendo en el último trimestre de 2010, si bien lamenta que las cifras "solo están disponibles en lo correspondiente a recetas de la Seguridad Social, sin conocerse el gasto farmacéutico hospitalario, que se sospecha todavía continua aumentando".

La entidad señala también que las variaciones de población tienen un efecto negativo o positivo sobre el presupuesto. "Es obvio que un aumento de la población supone inevitablemente una mayor demanda de servicios sanitarios" subrayan. Asimismo, asegura que, como ya sucedió en 2009 y 2010, las comunidades con gobiernos en los que participan partidos "progresistas" tienen unos presupuestos per cápita mayores (media de 1.327,5 versus 1.269,4 euros).

Para la FADSP, estas diferencias y la "infrapresupuestación" están en el origen de los problemas asistenciales de algunas comunidades. Según la entidad, el nuevo modelo de financiación autonómica no ha supuesto mejoras en los presupuestos sanitarios, debido a su carácter no finalista, de manera que muchas comunidades, especialmente las de gobiernos conservadores, no han traslado los beneficios del modelo a los presupuestos sanitarios.