ALERGOLOGÍA
JANO.es · 21 abril 2010
Los expertos afirman que los recuentos de polen son menores a los previstos debido al retraso en la llegada de la primavera meteorológica.
La lluvia de la última semana está frenando la polinización de árboles, concretamente del plátano de sombra, que durante los meses de marzo y abril se encuentran en plena floración, lo que ha producido que "los recuentos de polen estén siendo menores de los esperado", según confirma el doctor Tomás Chivato, jefe clínico del Servicio de Alergia del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid y presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínic (SEAIC).
Según confirmó el alergólogo, "es en este momento cuando suele haber un mayor número de casos alérgicos a plátano de sombras, que es el que está en las ciudades; por eso estos alérgicos están mejor que otros años, porque como está haciendo mal tiempo, y parece que va a seguir lluvioso, pues prácticamente no hay polen".
Los expertos presagiaban el pasado mes de marzo una primavera intensa para los alérgicos al polen de las gramíneas, como consecuencia de las lluvias registradas en diciembre, enero y febrero. De hecho, se esperaba que las concentraciones acumuladas, que aparecen en abril, mayo, junio y julio superasen los 5.100 granos por m3 de aire, frente a los 2.800 registrados en 2009.
Sin embargo, aunque esa previsión se mantiene, las bajas temperaturas y las lluvias repetidas de las últimas semanas están retrasando la llegada de la primavera, aunque aún los alergólogos no han modificado la previsión por la cual se espera que, "a mediados de mayo, cuando lleguen las temperaturas de más de 20 grados mantenidas en el tiempo, las gramíneas suelten el polen, lo que durará hasta mediados de junio".
No obstante, "en estas cuatro semanas que faltan para mediados de mayo pueden pasar dos cosas: que siga lloviendo, con lo cual no vamos a tener tanto polen de gramíneas o que haga de repente mucho calor, en lugar de temperaturas suaves, y agosten, es decir las gramíneas amarilleen y dejen de soltar polen".
Los factores meteorológicos condicionan absolutamente los niveles de pólenes. De hecho, no es lo mismo una tormenta que una lluvia mantenida. El primer caso hace que los gramos de polen se hinchen, se rompan, y sueltan partículas contenidas en el interior, lo que puede generar a estos pacientes crisis de asma bronquial; sin embargo el segundo reduce los efectos en el alérgico.
Las estimaciones apuntan a que en España cerca del 25% de la población presenta algún tipo de enfermedad alérgica. Los síntomas derivados de una alergia al polen son, en general, aparición de picores oculares o de nariz, lagrimeo, moqueo constante y estornudos profusos, e incluso síntomas asmáticos como dificultad para respirar, tos seca pertinaz y opresión y silbidos en el pecho.