REUMATOLOGÍA
JANO.es y agencias · 12 mayo 2011
Celebrado en Málaga el Simposio Valor de la rapidez de respuesta en el manejo de la Artritis Reumatoide.
La rapidez de respuesta de un paciente con artritis reumatoide a un fármaco biológico en las primeras 12 semanas de tratamiento revela si la medicación utilizada esta siendo útil o si conviene cambiar de estrategia terapéutica, según los reumatólogos reunidos en el Simposio “Valor de la rapidez de respuesta en el manejo de la Artritis Reumatoide”, celebrado en el marco del XXXVIII Congreso de la Sociedad Española de Reumatología (SER), que se celebra en Málaga.
Así lo ha señalado el Dr. Enrique Raya, jefe de Reumatología del Hospital Clínico San Cecilio de Granada y presidente de la Sociedad Andaluza de Reumatología (SAR), “conocer si un fármaco funciona ya en las primeras semanas de tratamiento tiene importantes repercusiones por un motivo principal: se sabe si es realmente eficaz en un breve periodo de tiempo y, si no lo es, se plantea un cambio de estrategia terapéutica para conseguir que el paciente tenga más calidad de vida”.
En cuanto al resto de pasos imprescindibles que permiten un control íntegro del paciente con artritis reumatoide, el Dr. José María Álvaro-Gracia, del Servicio de Reumatología del Hospital Universitario La Princesa de Madrid, ha dicho que, en primer lugar, “es fundamental una rápida derivación al reumatólogo para evitar el peregrinaje del paciente y poder realizar un diagnóstico precoz”.
A continuación, señaló que “es necesario comenzar lo antes posible con fármacos modificadores del curso clínico de la enfermedad”. En tercer lugar, “se aconseja realizar visitas frecuentes al especialista para que éste evalúe la actividad y la progresión de la enfermedad y ajuste el tratamiento en función de la misma”.
Posteriormente, según este especialista, “es importante utilizar herramientas objetivas para medir la actividad de la enfermedad, como los marcadores globales DAS28 o el SDAI. Y, por último, el objetivo será buscar la remisión de la enfermedad, utilizando fármacos biológicos si no lo conseguimos con los fármacos tradicionales”.
“Cuanto antes se controle la enfermedad, menos consecuencias aparecerán a corto y largo plazo, lo que se traduce en un menor sufrimiento para el paciente, cuya calidad de vida se verá mejorada incluyendo la posibilidad de trabajar”, declaró.
Sobre los fármacos, el Dr. Álvaro-Gracia ha destacado “la rapidez de acción” del certolizumab pegol (Cimzia), el único fármaco biológico anti-TNF PEGilado sin región Fc para el tratamiento de adultos con artritis reumatoide activa de moderada a grave.
“La rapidez de acción del certolizumab pegol es fundamental. De hecho, se ha comprobado que los pacientes que tienen una respuesta precoz al tratamiento son los que tienen más posibilidades de estar bien al cabo de uno o dos años”, concluyó.