INMUNOLOGÍA
Las respuestas inmunitarias provocadas por las distintas vacunas contra la COVID-19 varían al cabo de ocho meses de su administración
The New England Journal of Medicine · 19 octubre 2021
Las vacunas de ARNm desencadenan una fuerte respuesta inicial de anticuerpos que disminuye al cabo de unos meses, mientras que la respuesta inicial más baja de la vacuna de Janssen se mantiene más estable en el tiempo.
Basándose en la solidez de los datos de los ensayos clínicos que mostraban que las vacunas conferían una sólida protección contra la COVID-19, la FDA de Estados Unidos concedió la autorización de uso de emergencia a las vacunas basadas en ARNm conocidas como BNT162b2 (BioNTech, Pfizer) y ARNm-1273 (Moderna) en diciembre de 2020, y a la vacuna de inyección única Ad26.COV2.S (Janssen) en febrero de 2021.
Hasta la fecha, casi 200 millones de estadounidenses se han vacunado contra la COVID-19 y, a medida que algunos se acercan al primer aniversario de su inmunización, siguen existiendo dudas sobre la eficacia de las vacunas a largo plazo.
En un artículo publicado en The New England Journal of Medicine, un equipo de expertos del Centro Médico Beth Israel Deaconess (Estados Unidos) comparó las respuestas inmunitarias inducidas por esas tres vacunas durante un período de seguimiento de 8 meses.
Los investigadores evaluaron los niveles de diversos anticuerpos, linfocitos T y otros productos inmunitarios de los 61 participantes entre 2 y 4 semanas después de la inmunización completa -el momento de máxima inmunidad- y 8 meses después de la vacunación. Un total de 31 participantes recibieron la vacuna de Pfizer-BionTech, 22 la vacuna de Moderna y 8 la vacuna de Janssen.
"Las vacunas de ARNm se caracterizaron por un alto pico de respuestas de anticuerpos que disminuyeron bruscamente hacia el sexto mes y siguieron disminuyendo hacia el octavo mes -explica el autor Dan H. Barouch-. La vacuna de Janssen, que solo requería una dosis, indujo respuestas iniciales de anticuerpos más bajas, pero estas respuestas fueron generalmente estables con el tiempo, con una evidencia mínima o nula de disminución".
El equipo también descubrió que la vacuna de Moderna provocó respuestas de anticuerpos que, en general, fueron mayores y más duraderas que las de la vacuna de Pfizer-BionTech.
Las tres vacunas demostraron una amplia reactividad cruzada con las variantes del SARS-CoV-2. Los hallazgos tienen importantes implicaciones para comprender cómo la inmunidad de la vacuna puede disminuir con el tiempo. Sin embargo, los investigadores señalan que aún no se han determinado las respuestas inmunitarias precisas necesarias para conferir protección contra el SARS-CoV-2.
"Aunque los niveles de anticuerpos neutralizantes disminuyan, las respuestas estables de los linfocitos T y las funciones de los anticuerpos no neutralizantes a los 8 meses pueden explicar cómo las vacunas siguen proporcionando una sólida protección contra la COVID-19 grave", afirma la autora principal, Ai-ris Y. Collier, quien concluye que "vacunarse, incluso durante el embarazo, sigue siendo la mejor herramienta que tenemos para acabar con la pandemia de COVID-19".
Referencia: N Engl J Med. 2021;10.1056/NEJMc2115596. doi:10.1056/NEJMc2115596