Las organizaciones de la Alianza Europea para la Salud Renal (EKHA) y el Día Mundial del Riñón han hecho un llamamiento urgente a la Unión Europea para frenar el incremento de la carga asociada a la enfermedad renal crónica y las enfermedades relacionadas, en el sistema sanitario y la sociedad.

 

Los miembros del grupo del Parlamento Europeo (PE) para la salud renal se reunieron con expertos europeos en nefrología en un seminario en el Parlamento Europeo en Estrasburgo, que se llevó a cabo con motivo del Día Mundial del Riñón, que se celebra hoy jueves 10 de marzo.

 

La diputada del Parlamento Europeo, Frieda Brepoels, ha declarado que, “lamentablemente, el hecho que todavía nos encontremos a tantas personas en diálisis o en lista de espera para recibir un órgano demuestra hasta cierto punto un fracaso inherente de nuestro sistema de salud pública. El trasplante es el último recurso para las personas con enfermedad renal crónica. El trabajo que ha realizado recientemente el Parlamento sobre la calidad y la seguridad en el trasplante y la disponibilidad de órganos para la donación ha sido importante, pero no lo bastante. También deberíamos centrarnos en cómo podemos evitar que ciudadanos europeos necesiten un trasplante como primera opción”.

 

El Profesor Andrés Rees, presidente de la Alianza Europea para la Salud Renal, ha participado en el seminario y ha comentado su interés en “diseñar políticas de concienciación sobre la importancia de la enfermedad renal crónica en la salud de los ciudadanos europeos. Es común -afecta a 1 de cada 10 habitantes- y no sólo predispone al fallo renal, sino que incrementa enormemente el riesgo de enfermedad cardiovascular, incluyendo infarto de miocardio e ictus”.

 

La enfermedad cardiovascular prematura es la mayor causa de morbilidad y mortalidad en todo el mundo. Colin Baigent, profesor de epidemiología y consultor honorario sobre salud pública en la Universidad de Oxford, habló sobre el papel clave de los riñones en la enfermedad cardiovascular: “Varias de las principales causas de enfermedad cardíaca, en particular la diabetes y la hipertensión, son también potentes causas de enfermedad renal, ya que la enfermedad cardiaca y renal con frecuencia acontecen juntas. Teniendo en cuenta que la población europea está envejeciendo, la combinación mortal de enfermedades será muy frecuente, por lo que la investigación para la prevención debería ser una prioridad en la salud pública”.

 

En pacientes con insuficiencia renal crónica, la enfermedad cardiovascular también puede estar causada por una alteración grave del metabolismo mineral y óseo, que produce la liberación de calcio desde el hueso y la deposición en los vasos sanguíneos. A su vez esto puede conducir a un incremento del riesgo de infarto de miocardio e ictus. La mayoría de los 324.000 pacientes con fallo renal crónico en diálisis en Europa sufre una alteración del metabolismo mineral y óseo en algún grado.

 

Además del envejecimiento de la población, las tendencias actuales en el estilo de vida europeo aumentan en gran medida el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas, incluyendo el fallo renal crónico, por lo que es necesario llevar a cabo de forma inminente acciones para revertir los riesgos si se quiere conseguir los objetivos establecidos en la estrategia de Europa para 2020, incluyendo el objetivo de conseguir que el 75 % de la población en edad laboral esté trabajando y sea productivo. El tabaco, el alto consumo de alcohol, la malnutrición, la obesidad y el sedentarismo también contribuyen a incrementar la prevalencia de fallo renal crónico y de las enfermedades relacionadas.

 

El acto en el Parlamento Europeo contó con el apoyo de Amgen, Danone Research y Roche.