EPIDEMIOLOGÍA
JANO.es · 30 abril 2012
La posibilidad de utilizar la terapia vacunal conjugada abre expectativas importantes en la mejora de esta prevención, ya que supera las limitaciones de la vacuna clásica.
Las tasas de mortalidad de la infección neumocócica oscilan entre el 16 y el 36% en adultos, y entre el 28 y el 51% en los mayores de 64 años, según el estudio Odin, que se está realizando en nueve hospitales españoles.
Tal como explica la doctora del Servicio de Medicina Preventiva y Epidemiología del Hospital Universitario Vall d'Hebrón de Barcelona, Magda Campins, "entre un 70 y un 90% de los casos de bacteriemia neumocócica se asocia a neumonía y entre un 5 y un 10%, a meningitis", lo que complica aún más el cuadro del paciente. Este y otros datos han sido expuestos por diferentes especialistas durante el XVI Curso de Actualización de Vacunas 2012, celebrado recientemente en Barcelona.
En él, los expertos han confirmado que, aunque la incidencia de estas enfermedades es mayor en niños, "las complicaciones y la mortalidad son más frecuentes en adultos". Ante ello, la Dra. Campins asegura que "la principal estrategia de prevención disponible es la vacunación antineumocócica".
A su juicio, la posibilidad de utilizar las vacunas conjugadas en el adulto "abre expectativas importantes en la mejora de esta prevención, ya que supera las limitaciones de la vacuna clásica". Sin embargo, el doctor del servicio de Neumología y Alergia Respiratoria del Hospital Clinic i Provincial de Barcelona, Antoni Torres, considera que hay que estar especialmente vigilantes con la neumonía bacteriémica, "que supone el 71,2% de las hospitalizaciones".
Otro dato de interés que arroja el estudio es que el antecedente personal más importante para padecer una enfermedad neumocócica invasora, después del tabaquismo, es la neumonía previa. A ella, le siguen "la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) e insuficiencia cardiaca, en los mayores de 75 años; la neoplasia y hepatopatía crónica, entre los 50 y los 64 años; o la infección por VIH, que se presenta con mayor frecuencia entre los 18 y 49 años", señala el galeno.
Añadido a ello, la doctora Campins indica que el principal grupo de riesgo "son las personas con inmunodeficiencias y las que padecen asplenia anatómica o funcional, seguido por los pacientes inmunocompetentes con ciertas patologías como enfermedades crónicas". No obstante, según su criterio, "también afecta a personas sanas aumentando el riesgo a partir de los 50 años.