NUTRICIÓN
Los frutos secos potencian los beneficios de la dieta mediterránea
JANO.es · 11 diciembre 2008
Su consumo diario ayudó a un grupo de personas mayores a controlar el síndrome metabólico, según publica un equipo de la Universidad Rovira i Virgili, de Reus (Tarragona) en "Archives of Internal Medicine"
Añadir frutos secos a la dieta mediterránea, rica en frutas y verdura, proporciona beneficios adicionales para la salud, según el equipo del Dr. Jordi Salas-Salvadó, de la Universidad Rovira i Virgili, de Reus (Tarragona).
Una porción diaria de frutos secos ayudó a un grupo de personas mayores a controlar el síndrome metabólico, conjunto de trastornos que incluye obesidad, hipertensión colesterol elevado y niveles anormales de glucosa en sangre.
"Los resultados del presente estudio muestran que una dieta mediterránea tradicional no restringida en calorías y enriquecida con frutos secos, elevados en grasa, grasa insaturada y apetecibles, es una herramienta útil en el control del síndrome metabólico", indicaron los autores en “Archives of Internal Medicine”.
Los resultados se suman a la evidencia existente de los beneficios de la dieta mediterránea para la salud. Este tipo de dieta es rica en verdura. fruta, pescado y grasas saludables, como las del aceite de oliva; y baja en carne roja y alcohol.
Estudios previos han relacionado la dieta con un riesgo menor de diabetes, asma y otras enfermedades.
Los investigadores observaron a 1.224 personas de España que tenían entre 55 y 80 años y que presentaban alto riesgo de desarrollar enfermedad cardíaca. Un grupo recibió asesoramiento sobre una dieta baja en grasa, mientras que otras dos cohortes siguieron la dieta mediterránea.
Uno de los grupos de dieta mediterránea recibió un litro adicional de aceite de oliva por semana, mientras que el otro consumió 30 gramos adicionales diarios de frutos secos variados.
Al comienzo del estudio, casi dos tercios de los hombres y las mujeres cumplía con los criterios de síndrome metabólico, pero después de un año la enfermedad se redujo alrededor de un 14% entre los que habían consumido frutos secos, en comparación con el 7% del grupo de aceite de oliva y el 2% del grupo de control con una dieta baja en grasa.
Los frutos secos contienen nutrientes beneficiosos, como fibra, arginina, potasio, calcio y magnesio, así como también un alto nivel de grasas insaturadas similares a las del aceite de oliva, indican los autores.