ONCOLOGÍA

Los tratamientos moleculares aumentan en 3 años la supervivencia media en cáncer de pulmón

Carla Nieto. Madrid · 22 febrero 2013

Expertos reunidos en Madrid para tratar el futuro de esta clase de tumor citan el ejemplo del subgrupo de pacientes con adenocarcinoma, para los que ya hay fármacos capaces de bloquear la mutación en el gen EGFR.

El papel que juegan los fármacos moleculares aplicados de forma personalizada ha sido uno de los temas debatidos durante el I Congreso Internacional “El futuro del cáncer de pulmón: un paso adelante”, organizado por MD Anderson Cancer Center Madrid y The University of Texas MD Anderson Cancer Center, de Houston, que ha reunido en Madrid a los más destacados expertos en esta enfermedad.

Respecto a esta nuevas terapias, el doctor José Miguel Sánchez Torres, oncólogo médico de MD Anderson Cancer Center Madrid, señaló que “a partir de 2004-2005, el mayor conocimiento de cómo se comporta una célula maligna nos ha llevado al desarrollo de nuevos fármacos que bloquean las alteraciones producidas por determinadas mutaciones genéticas, lo que, por un lado, nos ha hecho tomar conciencia de que no nos enfrentamos a una única enfermedad sino a enfermedades distintas que presentan características moleculares diferentes; y, por otro, nos abre la perspectiva de aplicar un tratamiento lo más individualizado posible”.

El doctor Sánchez Torres citó como ejemplos el subgrupo de pacientes con adenocarcinoma de pulmón, portadores de una mutación en el gen del receptor del factor de crecimiento epidérmico (EGFR), para los que ya hay disponibles fármacos capaces de bloquear esta mutación, y la alteración que ocurre en el gen ALK, para el que también existen agentes dirigidos. “El conocimiento de estas dianas moleculares permite la aplicación de fármacos no quimioterápicos que bloquean la evolución de la célula hacia el crecimiento, reduciendo el volumen de la enfermedad, produciendo una menor toxicidad y aumentando la calidad de vida y la supervivencia. El objetivo que se persigue es la cronificación de la enfermedad. La experiencia hasta ahora ha demostrado que si con la quimioterapia la supervivencia media es de un año, con la aplicación de los tratamientos por vía oral dirigidos a dianas moleculares se consigue una supervivencia mínima de 2 o 3 años. Todo ello ha hecho posible que la esperanza que se le puede dar a un paciente de cáncer de pulmón hoy en día sea muy superior a la que se le podría ofrecer hace 10 años. También estamos contemplando la necesidad de que a lo largo del tratamiento haya que emplear en el mismo paciente varios de estos tratamientos moleculares”.

Por su parte, la doctora Natalia Carballo, jefe del Servicio de Oncología Radioterápica de MD Anderson Cancer Center Madrid, comentó que “en España se diagnostican 25.000 nuevos casos de cáncer pulmón al año y, además, es el que tiene más mortalidad: sólo el 15% de los diagnosticados sobrevive más de 5 años. Con la quimioterapia no hemos sido capaces de superar estas cifras y, además, este tratamiento ha demostrado su inutilidad en determinados pacientes, de ahí la importancia de un adecuado diagnóstico que nos permita definir un perfil lo más preciso posible de cada paciente. Hasta ahora, el diagnóstico histológico permitía seleccionar el tratamiento de quimioterapia en base a una información reducida, pero gracias a la posibilidad de realizar un estudio molecular del tumor podemos llegar a identificar determinadas mutaciones, que son las que no responden al tratamiento quimioterápico genérico y a las que van dirigidos los nuevos fármacos”.

Uno de los especialistas extranjeros asistentes a este congreso fue el doctor Daniel Gómez, del servicio de Oncología Radioterápica de The University of Texas MD Anderson Cancer Center, de Houston, quien explicó la experiencia que se está llevando a cabo en su centro con la técnica de la radioterapia de protones. “Llevamos utilizando esta técnica desde hace 7 años y actualmente la estamos aplicando a un grupo numeroso de pacientes bajo ensayo clínico. La principal ventaja de esta terapia es que permite una dosis mayor y, también, una mejor distribución de la misma, la cual llega en gran cantidad al tumor y alcanza en mucha menor medida a los tejidos próximos. El siguiente paso ahora es determinar cuáles son los grupos de pacientes que se pueden beneficiar de esta terapia”.

En cuanto a los factores de riesgo de esta enfermedad, los expertos insistieron en la importancia de abandonar el hábito tabáquico. En este sentido, la doctora Carballo recordó que “el 85% de los pacientes fallecidos por cáncer de pulmón son fumadores, lo que pone en evidencia que la medida preventiva frente a esta patología es dejar de fumar”.