ADICCIONES
Mayor riesgo de adicción a internet en jóvenes impulsivos con baja autoestima
JANO.es · 26 agosto 2009
Además de características personales y sociales, también pueden contruibuir situaciones coyunturales, como el estrés, un desengaño amoroso o problemas de trabajo
El catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco (UPV) y especialista en adicción a las nuevas tecnologías, Enrique Echeburúa, ha explicado que el grupo que corre un mayor riesgo de padecer esta enfermedad lo constituyen los jóvenes impulsivos que buscan emociones fuertes y tienen una baja autoestima.
Según indica, estas características son comunes a todos los tipos de adicciones y, en el caso de las nuevas tecnologías, han sido extraídas de la experiencia con los "pocos casos" que por el momento se han detectado en España, donde los especialistas intentan determinar si hay perfiles de riesgo específicos para este tipo de adicción, con el objetivo de establecer programas de prevención y tratamientos adecuados.
Tal y como apunta el experto, aparte de las características personales y sociales, también puede haber situaciones coyunturales que desencadenen en una adicción a internet y las nuevas tecnologías, como el estrés, un desengaño amoroso o problemas de trabajo. En este sentido, descarta el alarmismo, dado que este problema en España presenta índices minoritarios en comparación con otras adicciones y señala que "engancharse" a las nuevas tecnologías puede llevar a la creación de una identidad ficticia, al aislamiento social y a la obesidad derivada del sedentarismo, entre otras consecuencias.
La solución a este tipo de problemas radica en el desarrollo de acciones de tipo educativo en las que se aporte más información a los jóvenes, que operan con las informaciones que tienen y no de manera impulsiva, como se tiende a creer. Gran parte de la juventud no tiene una percepción del riesgo que puede acarrear, por ejemplo, el consumo de drogas o un embarazo no deseado, algo que, desde su punto de vista, se debe a que no se da suficiente información sobre estas cuestiones y existen multitud de familias que aceptan cualquier cosa con permisividad.
El psicólogo asevera que la sociedad no puede seguir ignorando los problemas de la juventud, sino poner a trabajar a sus expertos junto a las autoridades en una política que, "sin coartar la libertad", sea "motivadora de conductas saludables".