SIDA
Mejora la actitud hacia las personas con VIH, aunque se mantienen los prejuicios
JANO.es · 27 mayo 2014
El grado de incomodidad ante una persona con VIH desciende de forma significativa en los últimos 4 años, según un estudio codirigido por la UNED y SEISIDA.
Los españoles manifiestan menos sentimientos negativos hacia las personas con VIH, aunque persisten algunos prejuicios entre la población, según un estudio codirigido por la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la Sociedad Española Interdisciplinaria del Sida (SEISIDA).
"El grado de incomodidad ante una persona con VIH, la intención de evitar el contacto con ellas y los sentimientos negativos hacia el colectivo han descendido de forma significativa en los últimos cuatro años", asegura María José Fuster, investigadora del departamento de Psicología Social y de la Organizaciones de la UNED y autora principal del trabajo.
El estudio, que contó con más de 1.600 entrevistas telefónicas y la colaboración de Universidad del País Vasco, ha sido publicado en la revista 'AIDS Care Journal'; en el se han cotejado los datos de 2012 respecto a 2008, obtenidos tras realizar un cuestionario sobre los diferentes grados del estigma hacia el colectivo.
A pesar de esta tendencia positiva y que se muestra que ha disminuido el apoyo a políticas discriminatorias algunos indicadores son preocupantes. "Un 49 por ciento de la población admitió, en 2012, que se sentiría incómodo si un compañero de colegio de su hijo tuviese VIH", destaca Fuster.
Además, casi un 39 por ciento de los encuestados declararon sentirse incómodos si un compañero de trabajo lo tuviera, y un 29 por ciento intentaría evitar el contacto con estas personas en la vida cotidiana. "Estos porcentajes se traducen en millones de ciudadanos que tienen algún prejuicio", denuncia la experta.
Temor a un aumento del estigma si se frenan las políticas de apoyo
Aunque el estudio no analiza a qué se debe esta mejora general de las actitudes, los investigadores apuntan a que la puesta en marcha de diferentes políticas públicas podría haber ayudado. En 2002, ONUSIDA publicó un documento sobre la necesidad de eliminar el estigma y la discriminación hacia las personas con VIH por sus consecuencias negativas en la salud y, a raíz de este texto, las políticas para reducir el estigma aumentaron.
"En España se introdujo esta línea de actuación en el plan multisectorial del sida y, durante años, ha habido diferentes intervenciones de ONG y de instituciones dirigidas a este objetivo, aunque ahora, con los presupuestos recortados, han disminuido", reconoce Fuster.
De cara al futuro, los autores se muestran escépticos en cuanto a la desaparición total de estas actitudes negativas, ya que en la sociedad siguen existiendo creencias erróneas sobre las vías de transmisión.
"El porcentaje de personas que sigue pensando que el VIH se puede transmitir por compartir un vaso o porque una persona con la infección tosa o estornude cerca de ti no ha variado desde 2008", recuerda la investigadora. Tampoco ha descendido la cantidad de gente que culpabiliza a las personas con VIH por haberlo contraído por vía sexual o tomar drogas.
"Estos datos nos llevan a pensar que las expresiones de estigma podrían aumentar en el futuro", avanza Fuster. Para comprobarlo, el equipo tiene previsto repetir este mismo estudio en 2016, e intentar que se consolide como un indicador de referencia. "Esto siempre y cuando se puedan conseguir recursos para investigación, algo que ahora mismo es complicado", admite la experta.