El Hospital Universitario La Fe de Valencia y la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) informan que presentaron en la Reunión Europea de Gastroenterología, celebrada en Londres a finales de noviembre, un nuevo prototipo para realizar endoscopias digestivas.

 

Adaptado a un enteroscopio convencional, el nuevo diseño facilita el avance del endoscopio a lo largo del intestino delgado, de más de siete metros de longitud, emulando el desplazamiento de una oruga, según explican fuentes de la Generalitat Valenciana en un comunicado.

 

Las aplicaciones de este nuevo sistema, denominado Endoworm, van un paso más allá respecto a los estudios con cápsula endoscópica, utilizados de forma pionera en la Comunidad Valenciana por la Unidad de Endoscopia Digestiva del Hospital Universitario La Fe en el año 2003.

 

La cápsula endoscópica es un pequeño dispositivo que el paciente ingiere para obtener imágenes del tubo digestivo durante su recorrido fisiológico a través de éste y que resulta especialmente útil en el estudio de las patologías del intestino delgado, donde las técnicas actuales aún presentan ciertas limitaciones para el diagnóstico.

 

Desde que comenzó a utilizarse esta técnica han surgido muchos casos de patología en el intestino delgado que pueden ser solucionados mediante la realización de la enteroscopia, y es en este campo donde Endoworm va a poder aportar sus “capacidades”.

 

El equipo del médico adjunto de la Unidad de Endoscopia Digestiva del Hospital La Fe y director de este proyecto de investigación, Vicente Pons, empezó a trabajar en este nuevo prototipo en el año 2004.

 

Cinco años después, el desarrollo se encuentra todavía en su fase inicial, pero ya ha demostrado su “correcto funcionamiento” sobre el intestino artificial y algunas empresas multinacionales del sector médico han manifestado su interés por el nuevo sistema, patentado a nivel nacional e internacional para hacer posible su posterior comercialización.

 

Endoworm consta de tres cavidades o globos que consiguen un movimiento coordinado mediante un sistema de control electroneumático que va arremangando el intestino delgado sobre el endoscopio para facilitar su avance. El usuario final -médico endoscopista- controla el movimiento de los balones mediante una pantalla táctil que, además, le aporta información en tiempo real sobre el estado de cada una de las cavidades, las presiones en su interior y la distancia recorrida, entre otros parámetros.

 

Según el Dr. Carlos Sánchez, profesor del Instituto de Ingeniería Energética de la UPV, “el sistema de control está constituido por un conjunto de bombas y válvulas electroneumáticas; éstas están gobernadas por un sistema electrónico con el que se coordina el hinchado y deshinchado con presión controlada de las cavidades de silicona. De esta forma se consigue el movimiento deseado”.

 

“Hemos construido un sistema robusto, compacto y de fácil manejo por un solo especialista, lo cual redunda en un importante ahorro de recursos humanos al sistema público de sanidad”, subrayó el Dr. Sánchez.

 

Por su parte, el responsable de la materialización del sistema de locomoción del prototipo, Alberto Santonja, señaló que una de las partes más complejas “ha sido conseguir un diseño adecuado de las cavidades hinchables y aún más encontrar el material más apropiado por sus características de biocompatibilidad y elasticidad”.

 

Según el Dr. Pons, “Endoworm surge del trabajo coordinado de distintas disciplinas y fue en sus inicios motivo para firmar un acuerdo de colaboración entre la Fundación para la Investigación del Hospital Universitari La Fe y la Universidad Politécnica de Valencia”.

 

A juicio del director del proyecto, esta iniciativa “revela una vez más la importancia de invertir recursos de investigación en proyectos coordinados multidisciplinares” y, en este sentido, subrayó que “es muy importante que los médicos encontremos un buen apoyo en el personal investigador de la UPV, que posee una sobradamente reconocida experiencia en el campo de la investigación y generación de patentes”.