NEFROLOGÍA
Ponen en marcha un programa de formación en problemas renales de pacientes con VIH
JANO.es · 15 octubre 2014
El objetivo es la puesta en común de estrategias de prevención y manejo de la enfermedad renal crónica en seropositivos.
GeSIDA, el grupo de estudio del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC), en colaboración con la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N), la Sociedad Española de Bioquímica Clínica (SEQC) y la compañía biofarmacéutica AbbVie, ha puesto en marcha Renal Exchange, una iniciativa pionera en nuestro país para mejorar la formación médica continuada en el abordaje y manejo de las afecciones renales en el paciente con infección por VIH.
Su objetivo, explican, es poner en común estrategias de prevención y manejo de la enfermedad renal crónica (ERC) en el paciente VIH basadas en la evidencia científica, que refuercen las estrategias de colaboración entre responsables de Enfermedades Infecciosas, Nefrología y Laboratorio Clínico.
Expertos han trasmitido la necesidad de realizar el estudio renal básico para la monitorización de su funcionalidad renal y, en su caso, detección de enfermedad renal al inicio del diagnóstico de la infección por el VIH, y de forma sistemática en su seguimiento posterior. "La enfermedad renal en el paciente VIH es asintomática: Si no se busca, no se encuentra", ha señalado el doctor Alberto Martínez Castelao, de la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.).
Por este motivo, en el curso se han indicado cuáles son las pruebas que se tienen que realizar en estos pacientes y con qué periodicidad. En cualquier caso, para todo paciente con infección por VIH, la prevención de la nefrotoxicidad en el tratamiento antirretroviral para evitar que progrese la afectación renal y el paciente llegue a diálisis, así como la detección de forma adecuada de estas alteraciones renales mediante un sencillo análisis de sangre y de orina son, en palabras de Castelao, los principales retos a los que se enfrentan los nefrólogos en el manejo de la patología renal en pacientes con VIH.
La nefrotoxicidad asociada al tratamiento antirretroviral es una situación a tener en cuenta por los profesionales, debido al incremento en la expectativa de vida de los pacientes con infección por el VIH y, a la presencia de otros factores de riesgo, algunos no modificables. En este sentido estudios demuestran que hasta el 30% de los pacientes con VIH pueden llegar a sufrir alteraciones renales relacionadas con estas toxicidades, especialmente proteinuria e insuficiencia renal.
"Estos problemas se agravan en función de la edad y del tiempo de convivencia con la infección. El cambio de perfil de la enfermedad, de pasar de una enfermedad mortal a una enfermedad crónica, debe plantearse una estrategia terapéutica y de prevención con vistas a largo plazo ya que la expectativa de vida de los pacientes ha mejorado significativamente", ha concluido Castelao.