SALUD PÚBLICA
JANO.es · 24 septiembre 2009
Un editorial en Lancet recuerda que el rápido crecimiento de la población aumenta la vulnerabilidad frente a las consecuencias del cambio climático
La reducción de las tasas de natalidad en los países en desarrollo, donde muchas mujeres siguen teniendo embarazos no deseados, contribuirán a la disminución de la presión sobre el medio ambiente y a la ayuda frente al calentamiento global, según concluye un editorial publicado en el último número de la revista The Lancet (2009;374:949).
Concretamente, el editorial solicita que se solucione la demanda de 200 millones de mujeres en todo el mundo que desean anticonceptivos y no los tienen. Y es que “por causa de esta demanda insatisfecha, cada año ocurren 76 millones de embarazos no deseados. Un crecimiento demográfico está ejerciendo una excesiva presión en el medio ambiente”.
“Es probable –continúa el editorial– que los países en el mundo en desarrollo, los menos responsables del aumento de emisiones, experimenten el mayor impacto del cambio climático y las mujeres deberán soportar la carga más grande. Pues junto con otros factores, el rápido crecimiento de la población en estas regiones aumenta el grado de vulnerabilidad a las consecuencias del cambio climático. Por ejemplo, la escasez de agua y alimentos, la degradación del medio ambiente y el desplazamiento humano”.
Según The Lancet, el interés sobre el vínculo entre la dinámica de la población, la salud y los derechos sexuales y reproductivos con el cambio climático es cada vez mayor. “Quizás es momento –concluye el artículo– de que la comunidad encargada de la salud reproductiva y sexual utilice la agenda del cambio climático para tomar la delantera que se merece el tema de la salud de la mujer”.