CARDIOLOGÍA
Regeneran el corazón infartado de ratones mediante células madre humanas
JANO.es · 08 enero 2013
Una investigación del Germans Trias i Pujol constata que roedores a los que se había inducido el infarto y que estaban siendo tratados con este tipo de células presentan hasta tres veces más tejido cardiaco vivo que los animales no tratados.
Investigadores del Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona han logrado regenerar parte del corazón infartado de ratones mediante el uso de células madre humanas del cordón umbilical.
El investigador principal del estudio, Santiago Roura, ha explicado a Europa Press que el trabajo refuerza la posibilidad de usar las llamadas células mesenquimales para tratar enfermedades humanas en que existe un déficit vascular, como el infarto agudo de miocardio o el ictus.
El equipo de Roura, dirigido por Antoni Baés-Genís, constató que un grupo de ratones que habían sufrido un infarto y estaban siendo tratados con este tipo de células presentaban hasta "tres veces más tejido vivo" que los animales no tratados.
El estudio ha sido publicado en la revista Plos One y ha contado con la colaboración del grupo de Bioluminiscencia del Instituto Catalán de Ciencias Cardiovasculares y del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Por el momento, los resultados han sido corroborados en ocho ratones de laboratorio a los que se indujo un infarto -cuatro fueron tratados y los otros cuatro, no-. Los investigadores trabajan ahora en demostrar que el efecto regenerador de las células mesenquimales se traduce en una mejora de la función cardiaca.
Roura confía en obtener resultados en este sentido a lo largo de 2013, mediante un nuevo estudio que se llevará a cabo con 20 ratones, para luego ampliar la investigación a modelos porcinos, por ser el cerdo uno de los animales con un sistema cardiovascular más parecido al humano.
Hasta la fecha se había constatado la importancia de la sangre del cordón umbilical para el tratamiento de enfermedades relaciones con la sangre, como la leucemia, pero la investigación del Germans Trias i Pujol es "una de las primeras" que hace hincapié en el uso de estas mismas células para regenerar órganos.
Roura ha detallado que el método de implantación de las células es novedoso, ya que no se realiza mediante inyecciones directas ni circulación intracoronaria, sino mediante una "matriz biológica" que se coloca sobre el mismo corazón infartado, lo que garantiza una mayor retención y una regeneración más duradera.