NUTRICIÓN
JANO.es · 29 diciembre 2011
Un estudio a partir de 500.000 estadounidenses mayores de 50 años muestra que los individuos de la muestra que comían más carne roja que cerca de 113 gramos diarios) eran más propensos (en un 19%) a padecer la enfermedad.
Comer mucha carne roja puede estar asociado con desarrollar cáncer renal, especialmente si está cocinada al 'grill' o a la barbacoa, según un estudio estadounidense publicado en American Journal of Clinical Nutrition.
"Nuestros resultados están en sintonía con la dieta que recomienda la Sociedad Americana del Cáncer para prevenir la enfermedad - esta institución limita el consumo de carne roja, sobre todo la que está preparada al horno y a la parrilla--", ha explicado el principal investigador Carrie Daniel, del National Cancer Institute de Estados Unidos.
El estudio, realizado a partir del seguimiento de los hábitos alimentarios de aproximadamente 500.000 estadounidenses mayores de 50 años durante nueve años, encontró que los adultos que comían más carne roja que el resto (cerca de 113 gramos diarios) eran más propensos (en un 19%) a padecer cáncer renal que aquellos que comían menos. Así, del número total estudiado, aproximadamente 180 fueron diagnosticados con este tipo de cáncer.
Asimismo, los investigadores advirtieron de que al consumir carne cocinada a la barbacoa o al 'grill' se ingieren más productos químicos, relacionados con el incremento del riesgo de padecer esta enfermedad.
Con todo, el epidemiólogo de la Universidad Health Science Center in Fort Worth, situada en Texas (EEUU), Mohammed El-Faramawi, reconoce que algunas personas que comen mucha carne roja no desarrollan este tipo de cáncer, mientras que otras que la ingieren en raras ocasiones caen enfermos.
"La carne roja es una fuente importante de hierro, que es una proteína", señala Faramawi, así que "no debes de dejar de comer carne porque esté asociada con el cáncer renal".