Un trabajo publicado en “Circulation” muestra que, tras dos décadas de mejora, el porcentaje de estadounidenses que no presenta ningún factor de riesgo cardiovascular principal es cada vez menor. Según las conclusiones, menos del 10% de los adultos de Estados Unidos puede considerarse de bajo riesgo, un dato desalentador, a juicio del principal autor del estudio, el Dr. Earl S. Ford, de los CDC de Atlanta.

 

La investigación analizó datos de personas de 25 a 74 años de edad, procedentes de cuatro encuestas de ámbito nacional. Los criterios para considerarlas de bajo riesgo cardiovascular eran: que no fumaran en la actualidad, que su colesterol total estuviera por debajo de 200 mg/dl y que no recibieran tratamiento para el mismo, que su presión arterial fuera inferior a 120/80 mg Hg y no recibieran medicación antihipertensiva, que su índice de masa corporal fuera inferior a 25, y que nunca hubieran sido diagnosticadas de diabetes.

 

Según los resultados de las encuestas analizadas, el 4,4% de los adultos estadounidenses presentaba esos cinco factores indicativos de bajo riesgo en el período 1971-1975. En 1976-1980, la proporción aumentó hasta el 5,7%. Casi se duplicó en el período 1988-1994, alcanzando el 10,5%. Sin embargo, en el último período analizado, 1999-2004, la cifra cae al 7,5%.

 

“Hasta principios de los noventa nos movimos en una dirección positiva, pero ahora vamos en dirección negativa. Cuando uno atiende a los factores individuales, el consumo de tabaco sigue en la dirección correcta. También los niveles de colesterol. El problema lo constituyen la presión arterial, el índice de masa corporal y la diabetes, que van en la dirección equivocada”, concluye el Dr. Ford.