NEUROLOGÍA
Sangre de cordón umbilical beneficiosa para el cerebro
JANO.es · 11 marzo 2008
Inyectadas a ratas de ancianas, ayuda a rejuvenecer las células madre neurales y mejora el microambiente en el área del hipocampo
En la actualidad se calcula que hay en el mundo más de 170 millones de personas con diabetes, cifra que probablemente se duplicará en los próximos 25 años como consecuencia de una mayor esperanza de vida, un estilo de vida cada vez más sedentario y el cambio de los patrones alimentarios.
La diabetes y sus numerosas complicaciones tienen un enorme impacto sobre la salud y las economías de todos los países del mundo. Este año el Día Mundial de la Diabetes se ha centrado en una de las principales complicaciones de la enfermedad: el pie diabético, de importantes consecuencias humanas y económicas. Por ejemplo, se calcula que en los países con ingresos altos el tratamiento de las complicaciones del pie diabético absorbe el 15- 25% de los recursos invertidos en atender a estos pacientes.
Las lesiones nerviosas, los problemas vasculares y la lenta curación de las heridas pueden desencadenar ulceraciones crónicas del pie, y una infección o una úlcera mal curada puede acabar en amputación.
En la población general, 5-25 personas de cada 100.000 presentan una amputación; en personas con diabetes, esta cifra pasa a ser de 6-8 de cada 1.000. De hecho, hasta un 70% de las personas que se someten a una amputación tiene diabetes, y se calcula que cada 30 segundos alguien pierde una extremidad inferior por esta misma causa.
Sin embargo, la situación no tiene por qué ser tan dramática. Muchos de quienes trabajan en el tratamiento de las lesiones del pie relacionadas con la diabetes han demostrado que el 49-85% de todos estos problemas se pueden prevenir mediante soluciones técnicamente sencillas y de bajo coste. Pero para conseguirlo, tal y como señala el Dr. Pierre Lefèbvre, presidente de la Federación Internacional de Diabetes, “los diabéticos han de participar activamente en su propio cuidado”.
En definitiva, se puede y se debe conseguir una importante reducción de las amputaciones mediante una buena atención sanitaria y unos cuidados personales basados en una buena información.