CIRUGÍA ORAL Y MAXILOFACIAL
SECOM asegura que el avance bimaxilar es la intervención más efectiva para la apnea del sueño grave
JANO.es · 18 abril 2013
Este tratamiento logra duplicar el volumen de la vía aérea en la parte posterior de la cavidad oral y faringe evitando la obstrucción de las vías aéreas cuando el paciente está dormido.
El avance bimaxilar es el tratamiento quirúrgico más efectivo para el síndrome de apnea-hipopnea obstructiva de sueño grave (SAHOS), que afecta al 5 por ciento de la población adulta, según ha asegurado la Sociedad Española de Cirugía Oral y Maxilofacial (SECOM), coorganizadora del II Simposio Internacional sobre Tratamiento Multidisciplinar de la Apnea del Sueño.
En concreto, el tratamiento habitual para estos pacientes consiste en un aparato que insufla aire a presión hasta una mascarilla colocada en la nariz mientras se duerme, es la llamada presión positiva continúa en vía aérea (CPAP), que deben utilizar de por vida.
"Consigue evitar el cierre de la vía aérea y las pausas respiratorias durante el sueño, pero no es una solución a largo plazo, muchos pacientes tienen dificultades para usarlo de forma continuada, perdiéndose eficacia. La cirugía en pacientes seleccionados es definitiva", ha explicado el cirujano oral y maxilofacial en la Clínica La Luz de Madrid, Néstor Montesdeoca.
En este sentido, según ha comentado, el avance bimaxilar logra "duplicar" el volumen de la vía aérea en la parte posterior de la cavidad oral y faringe evitando la obstrucción de las vías aéreas cuando el paciente está dormido, la causa principal del SAHOS.
Se trata de una intervención que consiste en adelantar el maxilar superior, la mandíbula y, con ellos, toda la musculatura de la base de la lengua que está insertada en la mandíbula y en el hioides, el hueso que está situado por debajo de la lengua. De hecho, un reciente estudio, publicado en la revista Journal of Oral and Maxillofacial Surgery, ha confirmado que el volumen total de la vía aérea aumentó después del avance bimaxilar en 17 pacientes con apnea obstructiva del sueño.
"Los pacientes indicados para este tipo de cirugía son aquellos que tienen la mandíbula pequeña y poca proyección del labio superior y los pómulos. Con esto no solo se logra dar solución a la apnea, sino mejorar el aspecto facial. Esta intervención es mínimamente invasiva, solo se realizan incisiones en el interior de la boca y al paciente no le quedan cicatrices en la piel de la cara", ha recalcado el experto.
No obstante, según ha matizado el presidente de SECOM, Arturo Bilbao, aunque es un procedimiento seguro, la especificidad de esta cirugía requiere la intervención del cirujano oral y maxilofacial por su conocimiento de las partes blandas y duras de la cara.
"Hay casos en los que no sólo es suficiente el aumento de espacio. Hay pacientes a los que hay que reducir también ciertos tejidos para facilitar el paso de aire. Combinamos el avance maxilomandibular con cirugía de las partes blandas (uvulopalatofaringoplastia), que consiste en la disminución de parte del paladar blando, de la úvula y, si fuera necesario, la reducción de la base de la lengua", ha zanjado.