ENDOCRINOLOGÍA
Trastornos alimentarios en niñas y adolescentes diabéticas
JANO.es · 11 diciembre 2007
Un estudio norteamericano muestra que las afectadas por la diabetes tipo 1 comienzan a edad temprana a tener problemas con la alimentación y que sus trastornos se mantienen en el tiempo
“La niebla cubría la tierra.” Así comienza Vida y destino, el libro en el que el escritor y periodista ruso Vasili Grossman, tomando como eje la sangrienta batalla de Stalingrado, al tiempo describe la aberración del nazismo y el terror de la Rusia estalinista, la sinrazón y los horrores de la guerra y la vida cotidiana en la torturada retaguardia.
Un libro de culto por vez primera traducido directamente del ruso que, desde su inicial y azarosa publicación en 1980, 16 años después de la muerte del autor, ha sido unánimemente considerado como uno de los más deslumbrantes milagros literarios del siglo XX. Un lujo para quienes aún creen en la literatura como método de conocimiento y trasformación social.
Críticos y lectores se preguntan dónde radica la inmensa grandeza de este libro que ha sido catalogado como el Guerra y paz de la Segunda Guerra Mundial y comparado con Doctor Zhivago y Los demonios. La respuesta no es fácil. Acaso en que consigue emocionar, conmover y perturbar desde la primera de sus líneas. Acaso por la común idea de que a través de sus páginas la historia sale de los libros para colarse en la vida de las personas. Acaso, como alguien dejó escrito, porque están en ellas contenidos todos los seres humanos, todos los sentimientos. Acaso porque es una novela de guerra y una saga familiar y una novela política y un libro sobre el amor. Acaso porque es todo eso y mucho más.
Estamos ante más de mil páginas por las que pululan casi dos centenares de personajes. El autor se vale del marco inicial de la batalla de Stalingrado, en donde el ejército nazi y las tropas soviéticas escribieron algunas de las páginas más sangrientas de la historia, para mostrarnos que la realidad también está hecha de pequeños retazos de la vida de la gente que lucha por sobrevivir al terror de los regímenes totalitarios y al horror del extermino en los campos de concentración. Seres humanos que aun en las situaciones más adversas no pierden su capacidad de sentir y amar.
Avatares de una joya
Para suerte de todos, en ocasiones la historia y la literatura recuperan a sus protagonistas para mostrarnos que el olvido es un destino provisional.
Grossman inició Vida y destino a principios de los años cincuenta del pasado siglo, tardó más de diez años en terminarla, y un año después los funcionarios del KGB saquearon la vivienda del escritor, confiscaron todas las copias del manuscrito y hasta le arrebataron su máquina de escribir. Grossman moriría, condenado al ostracismo, en 1964 en Moscú, sin tener noticia alguna de su obra y, en el fondo, convencido de que se había perdido para siempre.
Pero quiso el destino que una copia que le había regalado a un amigo y que éste escondió entre unos abrigos y colgó en una percha de una apartada casa en el campo pudiese ser pasada en microfilmes a Suiza, donde se publicó en 1980. Desde el momento mismo de su aparición Vida y destino dejó claro que Grossman apostó la vida y la obra y las perdió para que nosotros, como lectores y como personas, ganáramos.
Vida y destino. Vasili Grossman. Galaxia Gutenberg/Círculo de Lectores.