GINECOLOGÍA

Un 43% de mujeres con disfunción sexual

JANO.es · 30 noviembre 2007

Expertos debaten en Sitges el abordaje del llamado trastorno del deseo sexual hipoactivo, consistente en la ausencia persistente o recurrente de fantasías sexuales

El Prof. Alfonso Castro Beiras es jefe del Servicio de Cardiología y director del Área del Corazón del Complejo Universitario Juan Canalejo de La Coruña. Asimismo, es director del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad de La Coruña, profesor titular de Cardiología y coordinador de la Estrategia en Cardiopatía Isquémica del Sistema Nacional de Salud.

- El nuevo concepto de desarrollo profesional continuo (DPC), ¿obedece a que la tradicional formación médica continuada (FMC) resulta incompleta dados los actuales requerimientos de los profesionales?

– El DPC, proceso que se presenta cada vez más necesario y que aún en la actualidad continúa sin estar muy reglado, va más allá de la FMC. Así, y mientras la FMC se basa fundamentalmente en la adquisición de conocimientos, el DPC, que también engloba dicha formación, pone un mayor énfasis en la puesta en práctica de tales conocimientos. Es decir, contempla los objetivos, las barreras e incluso las acciones necesarias para que los profesionales se capaciten en conocimiento, habilidades y actitudes y de acuerdo a sus particularidades organizativas, culturales, etc. En definitiva, el DPC supone un paso más allá de la FMC al no contemplar sólo la adquisición de conocimientos, sino también al involucrar a los profesionales en la disposición de otras competencias para realizar su trabajo.

– ¿Qué herramientas o actividades resultan necesarias para llevar a cabo el DPC?

– En realidad no hacen falta muchas más herramientas, sino impulsar las acciones y enmarcarlas dentro del propio concepto de DPC, que tiene que ver mucho con el entorno en el que uno se mueve, y es ahí donde deben diseñarse las acciones principales. Es decir, deben desarrollarse incorporando a este DPC las sesiones clínicas, las actuaciones de trabajo dentro de los comités que existen o que se creen en cada hospital, y todos los programas de FMC que deben existir en todos los servicios y centros. Lo que necesitamos es el marco conceptual para, posteriormente, en cada momento y en cada lugar, diseñar cómo debe desarrollarse este marco en función de cada servicio o especialidad dentro del contexto hospitalario, del centro de salud, etc.

– ¿Qué importancia juega el DPC en una especialidad como la cardiología?

– Toda la medicina presenta un desarrollo muy rápido, pero en la cardiología este desarrollo lo es aún más, por lo que los profesionales necesitan adquirir en períodos de tiempo muy cortos nuevas técnicas y habilidades terapéuticas. En este contexto, el DPC tiene una importancia fundamental. Por ejemplo, la tecnología de la comunicación, caso de los simuladores, es hoy en día muy adecuada para aprender habilidades específicas sin necesidad de actuar sobre el paciente o de desplazase para compartir conocimiento. En mi opinión, la cardiología se encuentra en un momento de transformación muy importante, con varios y variados frentes entre los que, en mi opinión, destacan las nuevas tecnologías —sobre todo de imagen— y la necesidad de incorporar otras ramas de la medicina como la genética y la medicina regenerativa, que van a modificar el acto médico diagnóstico y terapéutico.