CARDIOLOGÍA
JANO.es · 20 octubre 2011
SonR ajusta los parámetros con el paciente en plena actividad física, lo que propicia que la optimización se efectúe en condiciones reales.
Sorin Group anunció ayer el lanzamiento en Europa de SonR, un sistema para optimizar la resincronización cardíaca compuesto de un sensor hemodinámico y de un dispositivo de resincronización implantable provisto de una función de desfibrilación.
La resincronización cardíaca tiene como objeto adecuar los latidos del corazón a lo que consideramos una frecuencia normal. Esto se logra mediante la aplicación de impulsos eléctricos en las cavidades de dicho órgano. La respuesta al tratamiento depende de si los intervalos en los que se aplican estos impulsos son los adecuados.
Actualmente, estos ajustes se llevan a cabo de dos formas: mediante ecocardiografía o a través de las funciones de ajuste de los parámetros de resincronización. En ambos casos, no obstante, se requiere una intervención manual.
SonR permite ajustar los parámetros de la resincronización de forma automática y, además, hacerlo con el paciente en plena actividad física, lo que propicia que la optimización se efectúe en condiciones ‘reales’. Los primeros resultados clínicos apuntan a una mejora de las tasas de respuesta de los pacientes resincronizados y a un descenso del número de hospitalizaciones, en comparación con las estrategias convencionales a lo largo de un período de seguimiento de un año.
Fruto de un programa de investigación de más de 10 años, el sensor SonR mide de forma exclusiva las vibraciones del miocardio. Estos valores son enviados al dispositivo de resincronización (estimulador resincronizador provisto de funciones de desfibrilación), que los utiliza para determinar los parámetros más adecuados para el paciente. Cada semana, el sistema optimiza automáticamente sus ajustes para adaptarse a los cambios de estado del paciente. Las medidas obtenidas por SonR reflejan el LVdP/dtmax, el indicador de referencia que se utiliza para evaluar la contractilidad del ventrículo izquierdo, que resulta clave para determinar si la función cardíaca es buena.