Un informe realizado por encargo de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña (FEFAC) demuestra que el sistema de dispensación por monodosis, basado en el fraccionamiento de los envases por parte de las farmacias, no resulta viable en el actual Sistema Nacional de Salud.

A partir del próximo abril, según anunció el Ministerio de Sanidad, Política Social e Igualdad, las farmacias deberán dispensar en dosis individualizadas medicamentos prescritos por los médicos, con el fin de generar un ahorro en fármacos.

Sin embargo, el informe de la FEFAC, titulado Resultados clínicos y económicos de un nuevo sistema de dispensación en farmacia comunitaria en España, concluye que “el modelo de farmacia español no crea empresas con una infraestructura adecuada como para poder asumir las inversiones en personal o capital necesarias para implantar un sistema de dispensación de monodosis basado en el fraccionamiento de los envases”.

El documento destaca que el nuevo sistema propuesto de dispensación en farmacia comunitaria puede suponer, en principio, una optimización del uso de los medicamentos, siempre y cuando la farmacia comunitaria disponga de los medios tanto humanos como técnicos para afrontar dicho reto. Sin embargo, recuerda que la farmacia española se halla comprendida en la categoría de microempresa (menos de 10 empleados y menos de 2 millones de euros de facturación), por lo que cabe pensar que sería difícil hacer frente con garantías a los requerimientos necesarios.

Asimismo, el informe concluye que la dispensación, como cualquier otro acto sanitario, no está exenta de riesgos para el paciente. Una variación en cualquier tecnología sanitaria, como sería la de un diferente sistema de dispensación, debería priorizar la consecución de resultados de salud.

Otra conclusión es que, dado que se ha comprobado que la tecnología disminuye los riesgos y que la farmacia comunitaria española no presenta un nivel tecnológico suficiente, así como recursos humanos suficientes, puede colegirse que, en una gran proporción de farmacias española, el nuevo sistema propuesto no sólo no sería más eficiente sino que implicaría un riesgo incrementado de errores de dispensación.