ONCOLOGÍA

Un nuevo fármaco aumenta la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes con glioblastoma

JANO.es · 06 junio 2013

El estudio AVAglio, en el que participan siete hospitales españoles, prueba el beneficio de añadir el antiangiogénico bevacizumab al tratamiento estándar de quimioterapia y radioterapia.

El uso de bevacizumab (Avastin) en pacientes recién diagnosticados de glioblastoma aumenta 4,4 meses la supervivencia libre de progresión (SLP), frente al esquema tradicional más placebo (10,6 vs. 6,2 meses) y mejora la calidad de vida de los pacientes, según acaba de mostrar el ensayo AVAglio, en el que han participado siete hospitales españoles, que han aportado 36 pacientes de los 921 incluidos. De acuerdo con estos datos, los pacientes tratados con el antiangiogénico redujeron un 36% el riesgo de empeorar o fallecer (HR=0.64; p<0.0001).

El glioblastoma es un tumor que provoca un rápido deterioro rápido de la calidad de vida debido a síntomas como la cefalea, convulsiones, náuseas, debilidad, parálisis y cambios en el comportamiento y la personalidad.

El máximo reclutador para el estudio en España es el doctor Cristóbal Belda, jefe de Neuro-Oncología de HM Hospitales. Según explica este especialista, "si hasta la fecha sólo el 50% de los pacientes con glioblastoma multiforme conseguía superar la barrera de los 6 meses de supervivencia libre de progresión; ahora, al añadir bevacizumab al tratamiento, ese mismo 50% alcanzará sin problema una supervivencia por encima de los 9 meses. Se trata de un dato de una relevancia absoluta".

El actual tratamiento estándar de este tumor se basa en cirugía o biopsia, radioterapia y quimioterapia (temozolomida) seguidas de quimioterapia en solitario. Con estas opciones, en la mayoría de pacientes el tumor progresa al cabo de seis meses de recibir la primera terapia y la supervivencia no supera los 15 meses desde el momento del diagnóstico.

Según la doctora Carmen Balañá, del Instituto Catalán de Oncología de Badalona y coordinadora nacional del estudio en España, “en glioblastoma no podemos olvidar que el objetivo es ganar meses de vida, pero en un tumor cuyo impacto sobre la capacidad funcional de los pacientes es tan agresivo, es necesario que logremos que estos vivan sin síntomas y que puedan llevar una vida normal durante el mayor tiempo posible. El deterioro que provoca el tumor les impide ser independientes, por ejemplo, para relacionarse o para salir solos a la calle”.

Uno de los aspectos del estudio mejor valorados por los especialistas es la posibilidad de que los pacientes suspendan el uso de corticosteroides. Según la doctora Balañá, “lograr que un paciente pueda prescindir de la cortisona es esencial. Los corticosteroides producen iatrogenia, es decir, provocan que el paciente experimente una enfermedad secundaria que conlleva un trastorno físico importante: obesidad, pérdida de masa ósea, fragilidad capilar, trastornos de carácter… Les produce además una destrucción de parte del músculo y eso obliga a que se vean necesitados de ayuda para subir escaleras, levantarse, etc.".

El doctor Belda coincide en que la mejoría sobre la calidad de vida que experimentan los pacientes que añaden bevacizumab al tratamiento es notable. "Tienen -continúa- un menor deterioro neurológico y consumen menor cantidad de corticoides; hablamos de un consumo crónico y necesario al que se ven sometidos la mayoría de pacientes y que les provoca diabetes, hemorragias cutáneas, debilidad muscular, infecciones… Si con la terapia antiangiogénica estamos evitando la aparición de estas complicaciones, entonces estamos también ahorrando al paciente la obligación de tomar otros medicamentos para tratar todos esos problemas asociados".