ONCOLOGÍA
JANO.es · 16 febrero 2009
La alteración descubierta por el equipo de Manel Esteller inactiva el gen TARBP2 y se produce tanto en casos hereditarios de la enfermedad como en cánceres esporádicos
Investigadores del Instituto Catalán de Oncología (ICO), dirigidos por el Dr. Manel Esteller, han descrito una alteración del gen TARBP2, que está presente en el 25% de los tumores de colon, estómago y útero de la ruta mutadora.
Este gen es clave en la regulación de muchos otros genes al tratarse del que fabrica los microARN, pequeñas moléculas de ácido ribonucleico (ARN) que actúan como interruptores de la expresión genética. El estudio se publica en “Nature Genetics”.
Según el Dr. Esteller director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge-ICO, “es la primera vez que se demuestra la existencia de alteraciones en un gen de la cadena de montaje de los microARN estudiando un número elevado de tumores humanos”.
Este investigador afirma que la mutación descubierta inactiva el gen TARBP2 y se produce tanto en casos hereditarios de la enfermedad como en cánceres esporádicos. Explicó que “las células que poseen esta alteración presentan una actividad aberrante de muchos otros genes debido a que TARBP2 actúa a modo de guardia de tráfico, regulando la actividad posterior de muchos otros genes”.
El gen es responsable de controlar a miles de otros genes en la célula, al ser clave en la maquinaria de producción de los microARN. Estas moléculas están formadas por pequeñas moléculas de ribonucleotidos que uniéndose a otros genes, como si de imanes se trataran, bloquean la actividad de numerosos genes de las células.
La mutación ha sido hallada en alrededor de un 25% de casos de cáncer de colon, estómago y útero de un subtipo especial. En este grupo de tumores, que se caracteriza por poseer un defecto en la reparación de pequeños errores del ADN, la progresión de la enfermedad es debida a su gran facilidad para generar mutaciones.
En este sentido, explican los investigadores, existe un síndrome genético hereditario denominado síndrome de Lynch o cáncer de colon hereditario no polipósico, en el que la presencia de mutaciones de este gen ha sido también demostrada por el Dr. Esteller.
“Es probable que la presencia de mutaciones en el gen sea sólo la punta del iceberg que sobresale en la superficie del océano y que, por debajo de su línea de flotación, existen muchas más mutaciones en genes productores y eliminadores de microARN que contribuyen al desarrollo del cáncer”, añadió.
El hallazgo de los investigadores podría ser de utilidad para predecir qué tumores van a ser más sensibles a unos nuevos fármacos todavía en desarrollo que estimulan la producción de microARN. Dijo que la presencia de la mutación en el gen “podría permitir distinguir entre células sensibles y resistentes a estos agentes”.