SIDA
JANO.es · 14 febrero 2012
Científicos belgas reinyectan en el organismo del paciente sus propios glóbulos blancos para reforzar el sistema inmulógico.
Científicos del Antwerp Institute of Tropical Medicine, el Antwerp University Hospital y la Antwerp University (Bélgica), han probado en un grupo de voluntarios una nueva 'vacuna terapéutica' contra el VIH compuesta por glóbulos blancos procedentes de la sangre del propio paciente, que, reinyectados en su organismo, consiguen reforzar la respuesta inmune frente a este virus. El avance ha sido publicado en AIDS.
La medicina ha logrado controlar bastante bien la infección por VIH mediante un cóctel de fármacos, pero no ha conseguido eliminar el virus. El problema ya está identificado: las 'fuerzas especiales' de la sangre -las denominadas células CD8- no logran suficiente apoyo para luchar contra este virus por parte de las células dendríticas, encargadas de indicar a las 'unidades de combate' a quién deben atacar.
Las células dendríticas muestran en su exterior las partes donde el virus suele agarrarse, para que las células de batalla CD8 sepan a quién combatir. Sin embargo, no son lo suficientemente diestras a la hora de conseguir la información correcta sobre el VIH.
Los virólogos y médicos expertos en VIH del Institute of Tropical Medicine y los hematólogos del Antwerp University Hospital han colaborado durante años para resolver este problema y han logrado 'cargar' células dendríticas de seropositivos con una serie de 'instrucciones' (información genética en forma de ARN mensajero) para que muestran las partes típicas del VIH en su superficie. Posteriores investigaciones realizadas han demostrado que las células dendríticas 'cargadas' son capaces de activar a las 'células de combate'.
Para probar esta vacuna se presentaron voluntarias seis personas seropositivas que habían tomado antirretrovirales durante mucho tiempo. Los científicos filtraron las células dendríticas a partir de un gran volumen de su sangre, cultivándolas en tubos de ensayo en las unidades de terapia celular del Antwerp University Hospital, y dotándolas de instrucciones genéticas sobre el VIH. Después los investigadores congelaron las células 'cargadas'.
Resultados 'esperanzadores'
Los voluntarios recibieron cuatro veces, con intervalos de cuatro semanas, una pequeña cantidad de sus propias células dendríticas reprogramadas. Las células CD8 fueron reconociendo el virus cada vez mejor, sin provocar, virtualmente, ningún efecto secundario.
El resultado más importante fue que las células activadas con la vacuna eran cada vez mejores en la tarea de suprimir el virus, al menos en los ensayos de laboratorio. Sin embargo, el VIH mantenía su capacidad de 'disfrazarse', logrando cambiar sus proteínas suficientemente rápido y con suficiente frecuencia como para permitir que al menos varios virus escaparan al ataque.
Así, sigue siendo imposible curar el sida, pero los resultados logrados con esta vacuna son esperanzadores: la vacuna, fabricada a base de células dendríticas del propio paciente, es segura y tiene algún efecto terapéutico, aunque limitado.