Estudios recientes señalan que una de cada tres personas a las que se ha prescrito un autoinyector de adrenalina podrían utilizar uno caducado. Debido a las especiales condiciones de preparación y conservación de estos productos, se calcula que durante los últimos meses de este año caducarán en España 34.000 autoinyectores de adrenalina, la medicación de rescate para el tratamiento de la anafilaxiauna reacción alérgica grave, potencialmente fatal, que progresa rápidamente y que puede ser mortal si no se actúa de forma inmediata. Sólo así se puede disponer de un primer tratamiento de choque frente a la reacción alérgica mientras se dispone de ayuda médica.

 

“El inicio del año escolar supone un periodo de sobrecarga de trabajo para los padres al tener que ayudar a los hijos en todo lo relacionado con la preparación del curso. Como los padres están totalmente volcados en asegurar que sus hijos lleven el uniforme, los textos y el material necesario, es fácil que olviden algo pequeño, pero de una importancia vital, como es comprobar el estado de los autoinyectores de adrenalina que tengan en casa o en la escuela e instruir a los profesores sobre el uso de los mismos”, asegura el Dr. Tomás Chivato, presidente de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC).

 

En España son más de 40.000 los pacientes portadores de un autoinyector de adrenalina4 preparado para ser usado en caso de una situación de emergencia. Esta anafilaxia puede ser producida por la picadura de una avispa o abeja, por el contacto con látex, o por la ingestión de un alimento al que el niño sea alérgico, entre otros motivos. Por eso, en esta época del año, en el que los niños cambian de curso y de profesores, es fundamental comunicar al colegio los posibles riesgos de anafilaxia de los pequeños y comprobar la caducidad de los autoinyectores de adrenalina, que constituyen la medicación de rescate en estos casos.

 

Según Nuria Bellido, vicepresidenta de Asociación Española de Alérgicos a Alimentos y Látex (AEPNAA), “recientemente se ha creado un protocolo de actuación para el niño alérgico en la escuela, con la colaboración de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) y la Sociedad Española de Inmunología Clínica y Alergología Pediátrica (SEICAP) para facilitar la identificación de los síntomas y la administración del tratamiento de emergencia al niño, en caso de una reacción alérgica en la escuela. El protocolo es autorizado por el médico del niño y por los padres. Pensamos que así se evitará el miedo a instaurar un tratamiento como la inyección intramuscular de adrenalina por medio de un autoinyector, que puede salvar la vida de nuestros hijos cuando están en el colegio”.

 

Por su parte, la Dra. Pilar Rico, directora médica de ALK-Abelló en España, asegura que “el hecho de que la adrenalina que contienen los autoinyectores esté caducada implica que la dosis administrada podría ser inferior a la recomendada5 lo cual podría disminuir la eficacia del producto cuando se usa en una situación de emergencia. La caducidad de los autoinyectores de adrenalina actualmente disponibles en España es de 18 meses (desde el momento de la fabricación), pero sabemos que al ser un producto importado a muchos pacientes se les dispensan autoinyectores con una caducidad más corta”.