ANGIOLOGÍA
JANO.es · 20 marzo 2012
El proyecto, dotado con cerca de 11 millones de euros, pretende determinar los beneficios de someter al cerebro a temperaturas de 33-34 ºC durante las 6 horas inmediatamente posteriores a un ictus.
El grupo de investigación de enfermedades neurovasculares del Vall d’Hebron Institut de Recerca (VHIR) y la Unidad de Ictus del Hospital Universitari Vall d’Hebron (HUVH) han anunciado su contribución a la puesta en marcha del proyecto EUROHYP-1, un estudio pionero a gran escala sobre el tratamiento del ictus dirigido por la Universitätsklinikum Erlangen y la Red Europea de Investigación del Accidente Cerebrovascular de la hipotermia (EuroHYP).
El proyecto, dotado con cerca de 11 millones de euros, constituye el mayor ensayo clínico en fase III sobre los efectos de la hipotermia como protector del daño cerebral, tras sufrir un ictus o accidente cerebrovascular. Básicamente, se trata de comprobar los beneficios de enfriar el cerebro durante las 6 horas inmediatamente posteriores a un ictus, aplicando temperaturas de33-34 ºC.
La hipotermia terapéutica ya se utiliza con eficacia en la reducción de la lesión cerebral isquémica después de un paro cardíaco, de lesiones durante el parto o incluso de daño cerebral postraumático. Así lo han demostrado los estudios piloto realizados hasta ahora y así se espera confirmar, con el apoyo de 60 universidades y hospitales participantes en 25 países diferentes, mediante el estudio de 1.500 pacientes con ictus.
La hipotermia actúa induciendo una especie de hibernación en el cerebro, reduciendo al mínimo la necesidad de oxígeno y previniendo así mayores daños. La técnica también se sigue con interés por la Agencia Espacial Europea, debido a sus posibles aplicaciones en el futuro para los viajes espaciales de larga distancia.
El HUVH tendrá un papel muy destacado en este estudio, ya que además de sus responsabilidades en el liderazgo del ensayo, se espera que reclute un elevado número de pacientes. En un grupo de trabajo “se evaluarán las relaciones de las bajas temperaturas con la recanalización de la arteria cerebral ocluida tras un ictus”, explica el Dr. Carlos Molina, coordinador de la Unidad de Ictus de Vall d’Hebron y coordinador del estudio a nivel español y líder del grupo de trabajo sobre ‘monitorización de reperfusión por ultrasonidos’. Por otro lado, y como explica el Dr. Joan Montaner, responsable del grupo de enfermedades neurovasculares del VHIR y también del grupo de trabajo sobre ‘biomarcadores’, “otra parte importante del trabajo evaluará el efecto de hipotermia cercana a 34 ºC sobre los biomarcadores sanguíneos de daño cerebral y, para ello, se creará en el VHIR un Biobanco con las muestras de todos los pacientes que se incluyan en el estudio Europeo”.