CARDIOLOGÍA
JANO.es y agencias · 17 agosto 2010
Un estudio realizado en mujeres de mediana edad muestra que su consumo moderado disminuye las probabilidades de desarrollar la enfermedad
Las mujeres de mediana edad o ya en la madurez que comen chocolate negro de forma moderada aunque regular tienen menos riesgo de desarrollar insuficiencia cardíaca a lo largo de su vida, según los resultados de un estudio realizado por la unidad de investigación del Beth Israel Deaconess Medical Center de Boston (Estados Unidos).
La investigación, publicada en Circulation: Heart Failure, analizó durante 9 años los datos de 31.823 mujeres suecas de 48 a 83 años que participaron en un programa de prevención del cáncer de mama y a las que se les realizaron varias pruebas sobre hábitos alimentarios.
Estos datos se confrontaron con los registros de hospitalizaciones y fallecimientos de Suecia entre 1998 y 2006. Los científicos estadounidenses descubrieron que las mujeres que comían entre una y dos raciones por semana de chocolate con un alto porcentaje de cacao (parecido al chocolate negro que se vende en España) presentaron 32% menos riesgo de desarrollar un insuficiencia cardíaca.
Por su parte, aquellas que consumieron entre una y tres raciones al mes tuvieron 26% menos riesgo. No obstante, el consumo de al menos una ración al día o más no demostró ningún tipo de beneficio preventivo frente al riesgo de insuficiencia cardíaca.
La alta concentración de flavonoides que contiene este tipo de chocolate podría ser la causa de los buenos niveles de presión arterial que presentaron sus consumidoras, según han demostrado ya varios estudios. Sin embargo, esta es la primera vez que se demuestra en una investigación a largo plazo que comer chocolate reduce específicamente el riesgo de insuficiencia cardíaca debido a los beneficios de los flavonoides, subrayan los autores.
Según explica el director del estudio, el Dr. Murray Mittleman, la ausencia de efecto protector en el grupo de mujeres que comía chocolate todos los días puede deberse a las “calorías adicionales” que les proporcionó el incluir el chocolate en su dieta diaria en lugar de otros alimentos más nutritivos. “No se puede ignorar que el chocolate es un alimento con una densidad calórica relativamente alta, y que si se consume de forma continua durante un tiempo puede favorecer que el paciente gane peso”, señala el Dr. Mittleman. “Aunque si uno se quiere dar un capricho, el chocolate negro probablemente sea la mejor elección, aunque siempre con moderación”, apunta.
Por otra parte, los autores subrayan las diferencias entre los chocolates que se comercializan en Estados Unidos y en Europa. “En Europa, cualquier chocolate con leche tiene una mayor concentración de cacao que el chocolate negro que se venda en Estados Unidos”, explica el Dr. Mittleman.
En torno al 90% de todo el chocolate que se come en Europa es chocolate con leche, que contiene aproximadamente un 30% de cacao sólido. Sin embargo, los estándares estadounidenses sólo exigen un 15% de cacao en el chocolate para clasificarlo como chocolate negro.