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La ONG Médicos Sin Fronteras (MSF) denunció el lunes que la comunidad internacional no ha sabido estar "a la altura" de la emergencia humanitaria que sufrió Haití tras el terremoto en enero de 2010, así como durante la epidemia de cólera desatada en octubre y que aún vive el país caribeño.

Durante la presentación del informe Haití, un año después, elaborado por la ONG, el director general de la organización en España, Aitor Zabalgogeazkoa, lamentó que las condiciones "siguen siendo pésimas", pese a que hace un año –precisamente hoy- del seísmo, que provocó más de 220.000 muertos y dejó a 1,5 millones de personas sin hogar.  

Zabalgogeazkoa, que instó a aprender las "lecciones" de esta crisis humanitaria, dio las gracias a los donantes y al propio personal de MSF, pero lanzó críticas por el incumplimiento de las promesas hechas por los actores internacionales a principios de 2010.

A su juicio, la ayuda internacional no ha dado una respuesta "satisfactoria" y recordó que las labores de reconstrucción no deben mermar la resolución de necesidades "urgentes", como la búsqueda de una solución para los cientos de miles de personas que permanecen desplazadas, la mejora en la asistencia sanitaria o la distribución de agua potable.

El jefe de la misión de la ONG en Haití, Francisco Otero, incidió en videoconferencia desde Puerto Príncipe en las críticas de su compañero y advirtió de que sólo el 10% del dinero comprometido por la comunidad internacional ha llegado. A estos incumplimientos se suma, además, la actual situación en la política haitiana, lo que ha llevado a situaciones "especialmente complicadas" tras las elecciones del pasado mes de noviembre.

Desde el 12 de enero hasta el 31 de octubre de 2010, MSF trató a más de 358.000 personas y llevó a cabo más de 16.500 cirugías. Sin embargo, las necesidades médicas siguen siendo palpables, como lo demuestra el hecho de que no se ha puesto "ni la primera piedra" de los hospitales prometidos tras el terremoto, explicó Otero.

A las consecuencias del seísmo, se ha sumado la epidemia de cólera que el país sufre desde octubre de 2010. "Lo que todos temíamos", lamentó Otero, mientras que para Zabalgogeazkoa es el ejemplo de que la asistencia tras el seísmo no fue la correcta. Hasta el momento, la epidemia ha provocado más de 3.500 víctimas mortales. Los equipos médicos de la organización han tratado alrededor del 60% de todos los casos detectados y han establecido más de 4.000 camas hospitalarias con motivo del brote.