NEUROLOGÍA
Pruebas de imagen pueden ayudar detectar a pacientes con mayor riesgo de ictus
JANO.es y agencias · 19 agosto 2011
Un estudio austriaco utiliza técnicas ecográficas para determinar qué pacientes pueden beneficiarse de cirugía carotídea.
Un nuevo test basado en ultrasonografía podría detectar a pacientes con un alto riesgo de experimentar un ictus, según investigadores del Academic Teaching Hospital Wagner-Jauregg, en Linz (Austria), cuyo estudio aparece publicado en Neurology.
Este trabajo pudo discriminar a los pacientes que tenían las arterias carótidas obstruidas en dos grupos: aquellos que eran relativamente propensos a experimentar un ictus y los que no lo eran, lo que podría ayudar a decidir qué pacientes podrían beneficiarse de un procedimiento quirúrgico controvertido, en la que los médicos eliminan las acumulaciones de colesterol que bloquean las arterias.
Según uno de los autores, Raffi Topakian, “esta investigación sugiere que es posible identificar a aquellos pocos sujetos candidatos a la cirugía carotídea por su elevado riesgo, a pesar de los mejores tratamientos médicos”. “Por supuesto -añade- todavía es pronto para ser entusiasta con estos descubrimientos, pues deben ser confirmados a través de otros estudios”.
La prueba se basa en dos técnicas de imagen. Por un lado, el estudio de la morfología de placa ecolucente sobre ultrasonografía carotídea y señales embólicas, y por otro, el ecodoppler transcraneal para el estudio de la arteria cerebral media ipsilateral.
En la actualidad, en Estados Unidos y Canadá muchos pacientes se someten a cirugía para limpiar los cúmulos de colesterol, a pesar de tener pocos síntomas, explica Lars Marquardt, neurólogo de la University of Erlangen-Nuremberg (Alemania) en un editorial sobre este descubrimiento.
En este estudio, un total de 428 pacientes sin síntomas, con las arterias carótidas bloqueadas, se sometieron a estas pruebas y su evolución fue seguida durante dos años.
De los pacientes que comenzaron mostrando señales de alarma en ambas pruebas, el riesgo anual de experimentar un ictus era del 9%. Aquellos pacientes con resultados en ambas pruebas que parecían sospechosos -mostrados por el 94% de los pacientes- presentaban un riesgo anual menor del 1%.
Tener las carótidas bloqueadas es un factor de riesgo para el ictus. Sin embargo, muchos médicos creen que practicar una cirugía a estos pacientes es demasiado peligroso si se trata de personas sin síntomas y con un riesgo medio.
Para Marquardt, “hay un conjunto de pacientes que lo necesita y este nuevo test podrá, probablemente, ayudará a identificarlos”.
En general, sólo un 2% de las personas sin síntomas que tienen las carótidas bloqueadas tiene un ictus al año, cuando su problema se trata con fármacos y se adopta un estilo de vida saludable. Por el contrario, la cirugía carotídea dispara la aparición del ictus en el 3%.