GINECOLOGÍA
El control anual del cáncer ovárico no aumenta la supervivencia de la paciente
JANO.es · 10 junio 2011
Un estudio concluye que las mujeres que se chequean anualmente son tan propensas a morir por la enfermedad como aquellas que no se someten al cribado regular.
Un estudio publicado en Journal of the American Medical Association (JAMA) concluye que las mujeres que se someten anualmente a pruebas de detección de cáncer de ovario son tan propensas a morir por la enfermedad como aquellas que no se someten a ese cribado regular.
Los autores hallaron también que una mayor cantidad de mujeres controladas anualmente ingresaban al quirófano para someterse a la extirpación de los ovarios y presentaban complicaciones por falsos positivos en los test (el resultado sugería que tenían un tumor ovárico cuando, en realidad, no lo tenían).
Esto coincide con un estudio previo que había sugerido que el control anual no evita los fallecimientos por cáncer de ovario, que tiene una alta mortalidad dentro de los cinco años del diagnóstico.
Según el Instituto Nacional del Cáncer (Estados Unidos), una de cada 72 mujeres desarrolla la enfermedad. Pero los síntomas no aparecen hasta que el cáncer está diseminado, de modo que la mayoría de las pacientes diagnosticadas están en un estadio avanzado de la enfermedad, difícil de tratar.
"Sabemos que cuando detectamos la enfermedad en el estadio I, la supervivencia a cinco años es del 85% al 90%", manifestó la Dra. Christine Berg, coautora del estudio, del National Institutes of Health (Estados Unidos). "La pregunta es: ¿podemos detectar los cánceres destinados a llegar al estadio 3 o, desafortunadamente, 4, lo suficientemente temprano como para poder actuar?", agregó.
El trabajo formó parte de un ensayo más amplio para conocer la efectividad de la pesquisa de los cánceres de próstata, pulmón, colon/recto y ovarios.
Aleatoriamente, el equipo de la Dra. Berg dividió en dos grupos a unas 70.000 mujeres. A uno se le realizó el control anual de cáncer de ovario entre 1993 y 2001, con análisis de sangre y ultrasonido; al otro, ningún test regular.
Los autores siguieron a las mujeres hasta el 2010 mediante cuestionarios y un registro nacional de mortalidad para conocer a cuántas se les diagnosticaba cáncer ovárico y cuántas morían a causa de la enfermedad.
De las 34.000 mujeres de cada grupo, se le diagnosticó el cáncer a 212 del grupo controlado anualmente y a 176 del grupo sin control regular. Además, en cada grupo, respectivamente, murieron 118 y 100 participantes. A más de tres cuartos de las pacientes de ambos grupos se les diagnosticó el cáncer ya en estadios 3 o 4.
El equipo registró también más de 3.000 falsos positivos en el grupo controlado y a más de 1.000 mujeres sin cáncer de ovario a las que se operó para extirparles un ovario debido a un resultado falso positivo. En 163 mujeres, esas cirugías causaron complicaciones graves, como infecciones y problemas cardiovasculares.
"Muchos dirán: 'Es sólo un análisis de sangre, un ultrasonido. ¿Qué hay de malo?'. Lo malo es que puede llevar a una cirugía innecesaria con posibles complicaciones", indicó la Dra. Berg.