SIDA
JANO.es y agencias · 25 febrero 2010
Investigadores de Barcelona muestran que los individuos infectados por el VIH que no progresan a sida producen una cantidad diez veces mayor de estos péptidos naturales
Investigadores del Hospital Clínic de Barcelona y del Instituto de Investigaciones Biomédicas August Pi i Sunyer (Idibaps) han logrado demostrar por primera vez la relación causal que existe el 5% de pacientes infectados por el VIH que no desarrollan sida, y por tanto no requieren tratamiento antirretroviral, y una mayor producción por parte de sus células dendríticas de partículas defensivas: las alfa-defensinas.
El estudio, que se publica en PLoS ONE, fue presentado en Barcelona por sus autores, ofrece nuevas expectativas terapéuticas, puesto que si se lograra que los pacientes produzcan mayor cantidad de esos péptidos conocidos como alfa-defensinas, también se aumentaría su capacidad de supervivencia ante la enfermedad, incluso sin tratamiento farmacológico.
El jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Clínic y responsable del Idibaps, Dr. Josep Maria Gatell, señaló que el trabajo puede tener importancia en el diseño futuro de tratamientos o vacunas, ya que ahora se conoce exactamente qué rasgo común comparten aquellos individuos que no desarrollan la enfermedad del sida de manera natural.
De hecho, el potencial curativo del estudio abarca otras enfermedades infecciosas, puesto que las células dendríticas son las encargadas de cubrir “la primera línea de defensa” del organismo ante infecciones externas, y una mayor actividad de las mismas podría estar relacionada con una mayor protección del organismo.
“Cuantas más alfa-defensinas produzca el organismo humano, más capacidad tiene para controlar la infección” del virus del sida, sintetizó el Dr. Gatell. Eso es lo que sucede con el 5% de infectados que de forma natural no desarrollan la enfermedad, los llamados “controladores de élite”.
El Dr. Gatell explicó que los controladores de élite generan diez veces más alfa-defensinas que la población general, un proceso que se activa precisamente cuando se produce la infección. Ello puede ser debido a diversos factores, pero en cualquier caso, los investigadores han logrado demostrar una relación causal suficiente.
En concreto, aquellos enfermos que se infectan llegan a contar con una presencia en su organismo de 500.000 copias del virus. Esta cantidad baja en unos días a las 50.000 copias, una cifra que en la gran mayoría de los casos se mantiene estable a lo largo de los años gracias al tratamiento farmacológico. En el caso del 5% de los enfermos, la presencia disminuye a menos de 50 copias del virus en pocas semanas de forma natural, lo que en la práctica supone que la infección no tiene influencia en su salud.
Por ello, el reto es lograr que todos los enfermos se conviertan en controladores de élite, explicó el Dr. Gatell, algo que tendría implicaciones futuras también para otras enfermedades. De hecho, los investigadores recordaron que la población que presenta una mejor defensa ante el virus de la hepatitis C, también la tiene en el caso del sida.
En España están contabilizados unos 250 controladores de élite, 60 de ellos en Cataluña, analizados en el marco del proyecto presentado por el Dr. Gatell, que cuenta con la colaboración del Centro Catalán de Investigación y Desarrollo de Vacunas para el Sida (Hivacat) -consorcio público-privado con colaboración de la Generalitat, la Fundación La Caixa y laboratorios Esteve-.
La investigación parte de la tesis doctoral realizada por Marta Rodríguez-García, premio Emili Letang del Clínic, y actual investigadora posdoctoral en Estados Unidos.