La Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB) ha activado una alerta en los centros sanitarios por el brote de linfogranuloma venéro registrado en la capital catalana, donde en 2011 se dieron 72 casos, lo que supone la mayor incidencia de esta enfermedad en los últimos treinta años, según fuentes de dicho organismo.

El linfogranuloma venéreo es una infección emergente cuyos síntomas se presentan de 3 a 12 días después del contagio, fase en que aparece una ampolla indolora que se convierte en una úlcera.

Desde 2007 hasta finales del año anterior se han sucedido un total de 146 casos con esta patología, de la que no se tenía noticia desde la década de los ochenta, ha avanzado El País.

El colectivo más afectado por este brote es el de los homosexuales, sobre todo aquellos que son portadores del VIH. De los 72 casos de 2011 -todos homosexuales-, un total de 31 (44%) sucedieron entre los meses de julio y septiembre.

Después de dos décadas sin notificaciones de esta enfermedad, en 2004 se registró un nuevo caso. Se trataba de un hombre homosexual, pareja sexual de un paciente diagnosticado en Ámsterdam.

Esta circunstancia ha alertado al Departamento de Salud de la Generalitat acerca del auge de prácticas sexuales sin preservativo entre grupos de riesgo y personas que ya saben que son portadoras del VIH.

Una infección emergente

Sólo a cuatro de los afectados el año pasado se les diagnosticó el linfogranuloma a la vez que el VIH, detalla el informe elaborado conjuntamente por la ASPB y expertos en enfermedades de transmisión sexual de los hospitales del Mar, Vall d'Hebron y Clínic, que detectaron el brote el pasado septiembre.

La dolencia se caracteriza por ulceraciones indoloras genitales que pueden confundirse con sífilis, mientras que éstas van progresando para destruir tejidos internos y externos, con pérdida de pus y sangre.