NEUROLOGÍA
Descubren el gen regulador de las neuronas que favorecen la aparición de la epilepsia y la esquizofrenia
JANO.es · 18 julio 2012
Investigadores del CSIC identifican el mecanismo que está detrás del crecimiento de los axones, las prolongaciones neuronales especializadas en conducir el impulso nervioso.
Investigadores del CSIC han descubierto un gen, llamado Robo1, que consigue controlar el crecimiento de los axones, las neuronas que favorecen la aparición de enfermedades como la epilepsia y la esquizofrenia.
Los axones son las prolongaciones de las neuronas especializadas en conducir el impulso nervioso desde el cuerpo celular hacia otra célula. No obstante, para que la transmisión de los impulsos nerviosos que llevan a cabo las neuronas sea efectiva, éstas deben estar correctamente conectadas a las regiones del cerebro susceptibles de recibir sus mensajes.
Por tanto, la novedad de este descubrimiento, que ha sido publicado en la revista Nature Neuroscience, radica en que se ha encontrado el mecanismo que controla el crecimiento de estos axones neuronales hasta que logran establecer la conexión.
En concreto, el procedimiento se produce cuando los axones se acercan a la corteza cerebral, adonde las células enviarán sus señales, y el gen Robo1, impulsado por una alteración de estas mismas señales, aumenta su expresión y ralentiza el crecimiento del axón.
"Es como un coche que circula velozmente por la autovía y empieza a frenar a medida que se acerca a su destino", ha explicado la investigadora del Instituto de Neurociencias de Alicante y responsable del trabajo, Guillermina López-Bendito.
'Acciones de reparación'
Asimismo, esta experta ha asegurado que el hallazgo ayudará a entender las bases moleculares de enfermedades en las que dicha formación se ve afectada, como en el caso de la epilepsia o esquizofrenia, y a diseñar acciones de reparación y regeneración del tejido neuronal.
Gracias a esta proyección axonal, las neuronas son capaces de transmitir la información visual, somatosensorial y auditiva que recibe el tálamo hacia las regiones concretas de la corteza cerebral dedicadas a procesar cada tipo de estímulo.
"En la actualidad todavía se desconocen la gran mayoría de los mecanismos moleculares que permiten a los axones atravesar diversas regiones del cerebro y alcanzar su destino", ha concluido la investigadora del CSIC