NEUROLOGÍA
Dormir poco aumenta el riesgo de diabetes, obesidad y enfermedad cardiovascular
JANO.es · 09 marzo 2012
Un estudio en adultos jóvenes sometidos a un periodo de privación de sueño de cuatro horas al día demostró, al cabo de pocas semanas, un aumento de las alteraciones de dos hormonas encargadas de regular el apetito.
"La privación parcial de sueño, o déficit de sueño, es un factor de incremento del empeoramiento de muchas enfermedades, que cada vez se tiene más en cuenta entre los profesionales sanitarios, ya que aumenta en gran medida el riesgo de mortalidad de muchos pacientes". Así lo ha señalado el Dr. Diego García-Borreguero, presidente de la Sociedad Española de Sueño (SES), en el marco de la XXI Reunión Anual de la Sociedad Española de Sueño, que se celebra estos días en Burgos.
Un estudio llevado a cabo en los últimos años en adultos jóvenes sometidos a un periodo de privación de sueño (cuatro horas al día) demostró, al cabo de pocas semanas, un aumento de las alteraciones hormonales en cortisol, catecolaminas (neurotransmisores) y en el metabolismo de la glucosa. “A lo largo de los últimos años, estos hallazgos no han hecho más que afianzarse, mostrando una sólida relación entre privación de sueño, tolerancia a la glucosa, incidencia de diabetes y obesidad, además de alteración de dos hormonas encargadas de regular el apetito: las leptinas y la ghrelina”, explica el Dr. García-Borreguero.
Si bien la mayor parte de las investigaciones sobre privación de sueño han estado centradas en los efectos a corto plazo sobre la calidad de vida de las personas, desde hace un tiempo se ha desarrollado una línea de investigación que revela efectos más graves sobre la salud más a largo plazo. Según señala la Dra. Teresa Sagalés, miembro de la SES, "lo que sabíamos hasta ahora es que cuando el sueño es de duración insuficiente o de baja calidad se produce un déficit que a menudo se traduce clínicamente en somnolencia diurna, a veces irresistible. Otras manifestaciones más sutiles de este déficit son la dificultad de concentración, el aumento de los tiempos de reacción o los cambios de humor".
En el caso de la diabetes, no es que la falta de sueño determine la aparición de la enfermedad, pero sí la acentúa en combinación con los otros factores desencadenantes (dieta, ejercicio, predisposición genética,…): “Las personas que se someten a un régimen de privación parcial de sueño tienen un mayor riesgo de diabetes si ya presentan alguno de los otros factores de predisposición”, indica el Dr. García-Borreguero.
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