Todo empezó en el año 2010, cuando la Dirección Gerencia del SCS emitió una serie de comunicados en los que no permitía dispensar una serie de medicamentos en las oficinas de farmacia y restringía su dispensación a los servicios de farmacia de los hospitales.

Como consecuencia de dicha medida, los pacientes se han visto obligados a desplazarse desde su lugar de residencia hasta el hospital para adquirir los mismos fármacos que, hasta hace tres meses, adquirían en su farmacia más cercana.

Ahora, y según el COF de Cantabria, esta restricción “ha ido más allá”. Concretamente, el 23 de mayo, el SCS emitía una circular por la que a partir del 1 de junio dejaría de financiar las medias terapéuticas de compresión normal y las medias de compresión fuerte necesitarían una autorización previa de la inspección para su dispensación.

A juicio del COF de Cantabira, el SCS “se extralimita en sus funciones asumiendo una competencia que corresponde al Ministerio de Sanidad, y dejando a los ciudadanos cántabros con unas restricciones que no tienen en el resto de España: en el caso de las medias de compresión normal los pacientes tendrán que pagarlas íntegramente y la adquisición de las de compresión fuerte exigirán más requisitos, dándose la paradoja de que, en este último caso, si las adquieren fuera de Cantabria no necesitan el visado de inspección porque no están sometidas a estas restricciones”. 

Dos días después de esa circular, el SCS remitió un comunicado al COF de Cantabria en el que advertía que no iba a financiar a los usuarios de Cantabria dos medicamentos que acaban de salir al mercado, el febuxostat (para la gota) y la pitavastatina (para el colesterol) lo que constituiría un agravio comparativo respecto a los ciudadanos del resto de comunidades, que sí tienen acceso a dichos medicamentos.

Según el COF de Cantabria, “la necesidad de recortar gastos no se comprende, menos aún cuando la rebaja en la factura farmacéutica ya ha sufrido una fuerte caída, siendo en 2011 un 14% inferior respecto al mismo periodo de 2010 gracias a las distintas medidas ya tomadas por el Ministerio de Sanidad a través del Real Decreto-Ley 4/2010, Real Decreto-Ley 8/2010 y Orden de Precios de Referencia”.