Medicina y humanidadesPOLÍTICA SANITARIA
El fomento del autocuidado supondría un ahorro de 1.258 millones de euros anuales
JANO.es · 10 junio 2011
Según la AESGP, la capacitación del paciente para autodiagnosticarse enfermedades leves conllevaría una reducción de hasta 23.540 consultas de atención primaria.
La puesta en práctica de una política de fomento del autocuidado en salud permitiría ahorrar unos 1.258 millones de euros anuales. Así lo señala un estudio realizado por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona (UPF) y presentado por el profesor de la UPF Gianandrea Staffiero en el 47º Encuentro Anual de la Asociación Europea de la Industria de Autocuidado (AESGP), que se celebra estos días en Roma.
El trabajo, titulado 'El valor económico y social del autocuidado en España', precisa que las comunidades autónomas ahorrarían el 2,1% de sus presupuestos sanitarios, según datos de 2009. Los primeros impactos de esta política serían una reducción de las consultas de atención primaria para la atención de sintomatologías leves, un descenso del volumen de medicamentos prescritos y una disminución de las bajas laborales.La autorresponsabilización por parte del ciudadano de su propio estado de salud, en el caso de padecer síntomas moderados que permitan un autodiagnóstico fiable en enfermedades leves, conllevaría una reducción de hasta 23.540 consultas de atención primaria.
Además, esta disminución de la presión asistencial bajaría los costes asociados a las consultas médicas en 531.065.877 de euros, teniendo en cuenta que el coste por visita es de 22,72 euros.
Esto último repercute en la economía en general, con un aumento de la productividad, ya que un tercio de las visitas son realizadas por trabajadores en activo y de éstas, una de cada cuatro se realiza durante la jornada laboral. Por término medio, un paciente tiene que emplear 1,15 horas para visitar a un médico de Atención Primaria.
Convertir el 5 por ciento de los medicamentos con receta financiados para dolencias leves en medicamentos sin receta no financiados conllevaría una disminución del volumen de fármacos facturados por el Sistema Nacional de Salud. Para el ciudadano, el coste de un medicamento de autocuidado no superaría los dos euros.
La reducción del absentismo laboral por enfermedades leves sería otro de los impactos directos del desarrollo de políticas de fomento del autocuidado de la salud. Según este estudio, se reduciría el número de bajas laborales en más de 420.472 o la duración de las mismas, lo que comportaría una ganancia en productividad estimada en 91.040.205 de euros, partiendo de que un 10 por ciento de las bajas laborales se deben a enfermedades de sintomatología leve.
La Asociación para el Autocuidado de la Salud (ANEFP), creada en 1978, agrupa a las farmacéuticas que fabrican y comercializan medicamentos sin receta y productos sanitarios no financiados, así como a un gran número de empresas del sector de la fitoterapia, la homeopatía, la cosmética y los complementos de la dieta.
Pacientes responsables
Por su parte, los médicos de familia, reunidos en el 31º Congreso de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), que durante estos días se celebra en Zaragoza, también han apelado al autocuidado para dar respuesta a las enfermedades crónicas.
Así, a la pregunta de ‘¿Por qué de repente importa tanto el paciente crónico?’, que centró uno de los debates, el doctor Domingo Orozco, vicepresidente de semFYC, respondió que el interés por estos pacientes está justificado, ya que “cada vez son más frecuentes las patologías crónicas debido al aumento de la esperanza de vida, una situación que motiva que actualmente el 15-20% de la población española sea anciana”.
Según Orozco, el envejecimiento de la población y la consiguiente tendencia a la cronificación de algunas enfermedades plantea la necesidad de que el paciente conozca los pormenores de su dolencia y, de resultas de dicho conocimiento, actúe de forma responsable. “Un paciente que ha aprendido mucho sobre su enfermedad crónica, sabe manejarla y se compromete en la mejora de su salud mediante acuerdos con los profesionales sanitarios en la toma de la medicación, la alimentación y la realización de ejercicio evitando los hábitos tóxicos (tabaco, alcohol). En definitiva, un paciente autónomo que además motiva a otros a seguir esos cambios. Por otro lado encontramos todavía pacientes muy dependientes que no asumen un compromiso con las medidas propuestas por los profesionales sanitarios”, concluyó el vicepresidente de semFYC.
