CIRUGÍA ORTOPÉDICA
JANO.es · 07 agosto 2008
Sin embargo, la prevalencia de la osteoartritis de rodilla (12%) fue mayor que la de cadera (7%)
Tanto la artritis de cadera como la de rodilla son frecuentes en los adultos mayores, pero la demanda de reemplazo de cadera supera a la de la articulación de la pierna. Así lo ha confirmado un nuevo estudio realizado en España con cerca de 7.600 mayores de 60 años, en los que un equipo de investigadores halló una prevalencia del 7% de osteoartritis de cadera y de un 12% de rodilla.
La artritis de cadera y de rodilla fue más frecuente en mujeres que en hombres, en especial la de rodilla –un 15% de mujeres frente a menos del 9% de varones–. Por el contrario, como explica el Dr. José M. Quintana, del Hospital de Galdakao (Vizcaya) e investigador principal de este estudio publicado en la revista Archives of Internal Medicine (2008;168:1576-1584), “la artritis de cadera recibió más atención quirúrgica”.
El 53% de las mujeres y el 38% de los hombres con artritis de cadera eran candidatos para un reemplazo total de cadera. Sin embargo, apenas el 18% de las mujeres y el 12% de los hombres con artritis de rodilla eran candidatos para un reemplazo total de rodilla.
El equipo entrevistó a 7.577 adultos de entre 60 y 90 años. Aquellos con síntomas posibles de artritis de cadera o de rodilla pasaron a una segunda fase, en la que un cirujano ortopédico confirmó el diagnóstico y juzgó la necesidad de un reemplazo total de cadera o de rodilla.
Al analizar si la cirugía era una buena opción, el equipo tuvo en cuenta varios factores, caso del nivel de dolor y de las limitaciones físicas que tenía cada paciente, además del estado de su salud general. Asimismo, el equipo halló que el reemplazo articular era una opción terapéutica mucho más frecuente para la artritis de cadera que para la de rodilla. La elección de llevarla a cabo es claramente individual, una decisión que sobre todo se toma en función de los síntomas y de la salud general de cada paciente.
En definitiva, y según los autores, “los nuevos resultados pueden ser útiles para los planes de cobertura del sistema de salud ante el creciente problema sanitario que representa la artritis de cadera y rodilla, así como también sus costosas intervenciones clínicas.