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Una veintena de farmacias vascas se convertirán, desde el próximo 1 de marzo, en las primeras en Europa en realizar el ‘test rápido’ del VIH, que permite en quince minutos obtener un resultado con una fiabilidad similar a los análisis convencionales y “cercana al 100 por ciento, siempre que hayan transcurrido tres meses desde la práctica de riesgo”.

 

El programa, promovido por el Departamento de Sanidad del Gobierno vasco con la colaboración del Consejo de Farmacéuticos del País Vasco y los Colegios de Farmacéuticos de Álava, Vizcaya y Guipúzcoa, contará con la participación de doce farmacias vizcaínas de Bilbao, Baracaldo, Getxo, Portugalete, Santurtzi y Sestao; seis guipuzcoanas de San Sebastián, Eibar, Errentería e Irún; y dos alavesas, ambas en Vitoria.

 

Como explicó el presidente del Consejo de Farmacéuticos del País Vasco, Iñaki Navarro, “la incorporación de las farmacias al ‘test rápido’ conllevará dos grandes ventajas: la fácil accesibilidad y el anonimato”. Con esta medida, se pretende conseguir que aquellas personas seropositivas que ignoran que están infectadas puedan conocer su situación y ponerse en tratamiento si lo necesitan. El test costará cinco euros, el valor del material utilizado.

 

Y es que el anonimato constituye, en palabras de Navarro, “una de las principales bazas de la campaña, ya que el solicitante del test acude a una oficina de farmacia, sin necesidad de identificarse. Mediante una punción realizada allí mismo se extrae una gota de su sangre y se deposita en una tira reactiva, semejante a la empleada para otras prácticas diagnósticas. En quince minutos, podrá tener el resultado.

 

Así, según concluyó Navarro, “sólo se exige la firma de un consentimiento informado, sin identificación alguna. En caso de que el test sea positivo, el farmacéutico se pondrá en contacto con el centro de referencia de Osakidetza para que, ya ese mismo día o al día siguiente, el paciente sea atendido y confirmar el posible positivo”.