ONCOLOGÍA
Fábricas de fármacos implantables consiguen erradicar el ratones el cáncer avanzado de ovario y colorrectal
Universidad Rice · 04 marzo 2022
Consisten en minúsculas microesferas que se implantan con cirugía mínimamente invasiva y que contienen células diseñadas para producir y suministrar altas dosis continuas de interleucina-2.
Bioingenieros de la Universidad Rice (Estados Unidos) publican en Science Advances que es posible erradicar el cáncer de ovario y colorrectal en fase avanzada en ratones en tan solo 6 días con un tratamiento que podría estar listo para los ensayos clínicos a finales de este año.
Los investigadores utilizaron "fábricas de fármacos", consistentes en microesferas implantables, del tamaño de la cabeza de un alfiler, para suministrar altas dosis continuas de interleucina-2, citocina que activa los glóbulos blancos para combatir el cáncer. Las microesferas productoras de fármacos pueden implantarse mediante cirugía mínimamente invasiva. Cada una de ellas contiene células diseñadas para producir interleucina-2 que están encerradas en una cubierta protectora.
El investigador Omid Veiseh explica que los ensayos clínicos podrían comenzar el próximo otoño, ya que uno de los criterios clave de su equipo era ayudar a los pacientes con cáncer lo más rápidamente posible. El equipo eligió solo componentes que habían demostrado ser seguros para su uso en humanos y ha demostrado la seguridad del nuevo tratamiento en múltiples pruebas.
"Solo las administramos una vez, pero estas fábricas de medicamentos siguen fabricando la dosis todos los días, donde sea necesario hasta que se elimine el cáncer -explica Veiseh-. Una vez que determinamos la dosis correcta fuimos capaces de erradicar los tumores en el 100 por cien de los animales con cáncer de ovario y en 7 de cada 8 animales con cáncer colorrectal".
En el estudio los investigadores colocaron microesferas productoras de fármacos junto a los tumores y dentro del peritoneo. La colocación dentro de esta cavidad concentró la interleucina-2 dentro de los tumores y limitó la exposición en otros lugares.
"Un reto importante en el campo de la inmunoterapia es aumentar la inflamación tumoral y la inmunidad antitumoral al tiempo que se evitan los efectos secundarios sistémicos de las citocinas y otros fármacos proinflamatorios", destaca Amir Jazaeri, coautor del estudio.
"En este estudio demostramos que las 'fábricas de fármacos' permiten la administración local regulable de interleucina-2 y la erradicación del tumor en varios modelos de ratón, lo cual es muy emocionante -prosigue-. Esto proporciona una sólida justificación para los ensayos clínicos".
La interleucina-2 es una proteína que el sistema inmunitario utiliza para reconocer y combatir la enfermedad. Es un tratamiento contra el cáncer aprobado por la FDA, pero Amanda Nash, estudiante de posgrado en el grupo de Veiseh y autora principal del estudio, apunta que las fábricas de medicamentos provocan una respuesta inmunitaria más potente que los regímenes de tratamiento de interleucina-2 existentes porque suministran mayores concentraciones de la proteína directamente a los tumores.
"Si se administrara la misma concentración de la proteína a través de una bomba intravenosa, sería extremadamente tóxica -explica Nash-. Con las fábricas de fármacos, la concentración que vemos en otras partes del cuerpo, lejos del sitio del tumor, es en realidad más baja que la que los pacientes tienen que tolerar con los tratamientos intravenosos. La alta concentración solo se produce en el lugar del tumor".
Nash añade que el mismo enfoque general utilizado en el estudio podría aplicarse para tratar cánceres de páncreas, hígado, pulmones y otros órganos. Las fábricas de fármacos podrían colocarse junto a los tumores y dentro de los revestimientos que rodean esos órganos y la mayoría de los demás. Y si se necesita una citocina diferente para atacar una forma específica de cáncer, las microesferas pueden cargarse con células modificadas que produzcan ese compuesto inmunoterapéutico.
La cubierta exterior de la microesfera protege a sus células productoras de citocinas de los ataques inmunitarios. Las cubiertas están hechas de materiales que el sistema inmunitario reconoce como objetos extraños pero no como amenazas inmediatas.
"Comprobamos que las reacciones a los cuerpos extraños desactivaban de forma segura y robusta el flujo de citocinas de las cápsulas en 30 días -continúa-. También demostramos que podíamos administrar con seguridad un segundo ciclo de tratamiento si fuera necesario en la clínica".
Referencia: Sci Adv. 2022;8(9):eabm1032. doi:10.1126/sciadv.abm1032