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Hoy se celebra el Día Mundial del Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que afecta a cerca de 30 millones de personas en todo el mundo, de las que en torno a 375.000 se localizan en nuestro país. Además, y como consecuencia fundamentalmente del envejecimiento poblacional –se desarrolla fundamentalmente a partir de los 65 años y la proporción de afectados se incrementa progresivamente con la edad–, los expertos estiman que la población con la enfermedad puede incrementarse en un 75% en tan sólo 25 años.

 

En palabras del Dr. Pablo Martínez Martín director científico de la Unidad de Investigación del Proyecto Alzheimer de la Fundación CIEN (Fundación CIEN-UIPA), “las previsiones a medio y largo plazo son preocupantes, pues se estima que en 25 años la población con enfermedad de Alzheimer puede crecer alrededor de un 75% si se mantienen las tendencias actuales. Evidentemente, se está haciendo un enorme esfuerzo en todo el mundo para buscar mecanismos de prevención y neutralización de la enfermedad, y es previsible que, también a medio plazo, se pueda contar con medios eficaces contra este padecimiento”.

 

Por lo que respecta a los principales factores de riesgo, y si bien ninguno es determinante, los más claros identificados hasta el momento son la edad, el sexo femenino, la hipertensión arterial, la historia de traumatismos craneoencefálicos, los episodios de depresión, y poseer una de las variantes genéticas del ApoE”.

 

En este contexto, cabe resaltar el descubrimiento reciente de tres nuevos genes (CLU, PICALM y CR1) relacionados con la enfermedad. No en vano, se presentan en hasta un 20% de los casos de su forma esporádica) podría ser importante para reducir en el futuro las tasas de incidencia.

 

 

 

Mejorar o mantener la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria es esencial para la buena calidad de vida, tanto del paciente como de los responsables de su cuidado. El grado de autosuficiencia del paciente determina la dependencia del cuidador.

 

Según Emilio Marmaneu Moliner, Presidente de la Confederación Española de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras demencias (CEAFA), “existen recursos que contribuyen a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas por la enfermedad de Alzheimer. Dichos recursos –ofrecidos por la práctica totalidad de las Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer–, se centran en unidades de respiro, en centros de día, talleres de estimulación cognitiva, apoyo psicológico y acompañamiento de familiares, etc. Son, en definitiva, recursos que contribuyen a hacer, en la medida de lo posible, más llevadera esa sobrecarga del cuidador”.