La vacuna experimental contra el VIH desarrollada por Merck & Co. no protege frente a la infección por VIH, según el estudio Step, sobre el que se publican dos artículos en la edición digital de "The Lancet".

 

Uno de los artículos se ha centrado en los resultados clínicos del estudio y el otro en las respuestas inmunitarias de los participantes de este estudio, que ha sido copatrocinado por Merck & Co. y el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (NIAID) de Estados Unidos.

 

Según los editores de "The Lancet", los resultados cuestionan la utilidad de los modelos no humanos para el desarrollo de una vacuna contra el VIH.

 

Esos resultados muestran que la vacuna no previno la infección en individuos no infectados por el VIH ni tampoco redujo la carga viral en aquellos que se infectaron durante el periodo de estudio. Además, los investigadores observaron que las probabilidades de contraer la infección fue más elevada entre los varones que recibieron la vacuna que no estaban circuncidados y que presentaban inmunidad preexistente al adenovirus tipo 5, el virus específico del resfriado que se usó como vector para la vacuna, respecto a aquellos que recibieron un placebo.

 

A juicio del Dr. Larry Corey, investigador principal de la Red de Ensayos con Vacunas contra al VIH (HVTN), el estudio constituye un hito en la investigación clínica de vacunas contra el virus del sida, en el sentido de que se ha proporcionado una información completa a los investigadores que trabajan en este campo. "Las lecciones aprendidas de este ensayo guiarán el futuro desarrollo de vacunas.

 

En palabras del presidente de los Laboratorios de Investigación de Merck, Peter S. Kim, "a pesar de los decepcionantes resultados del estudio Step, continuaremos el seguimiento de los participantes y llevaremos a cabo análisis adicionales como parte del compromiso de Merck & Co. en la compleja lucha contra la pandemia de sida. Merck ha invertido décadas de tiempo y la experiencia de cientos de científicos para crear soluciones con las que combatir el VIH. Estamos comprometidos en la lucha contra el VIH y el sida a largo plazo y en muchos frentes".

 

Las vacunas de inmunidad mediada por células, como la MRKAd5 de Merk, actúan al eliminar las células infectadas por VIH. Los editores de la revista señalan que estas vacunas podrían tener su mayor efecto en el control de la replicación viral más que en la prevención de la infección. Por otro lado, el modelo animal empleado en el estudio de vacunas del VIH es el del VIH simio no humano, que evalúa su capacidad para proteger a macacos contra la infección o la enfermedad después de la administración de un virus que combina virus de la inmunodeficiencia simia (VIS) y algunos componentes del VIH.

 

El trabajo realizado en San Francisco evaluó la eficacia de la vacuna, en concreto su capacidad para proteger frente a la infección por VIH-1 o los primeros cambios en el plasma de los niveles de VIH-1. Los resultados mostraron que la vacuna no consiguió su objetivo y que, de hecho las personas a las que se les administró tenían una mayor tasa de infección por VIH que los controles, aunque este resultado no fue estadísticamente significativo.

 

En el segundo artículo, los investigadores evaluaron la inmunidad que inducía la vacuna y sus posibles contribuciones al riesgo de infección. Descubrieron que la potencia de los linfocitos T CD+8 específicos para VIH en los casos de las personas vacunadas fue similar al de los individuos que recibieron placebo.

 

Según los investigadores, los descubrimientos sugieren por un lado que la inmunidad necesaria para proteger frente al VIH debería ser más amplia o cuantitativamente diferente que la que provoca la vacuna; y por otro, que las respuestas inmunitarias que consiguen estas vacunas no son suficientes para proteger frente a la infección o la enfermedad.