CARDIOLOGÍA
JANO.es · 23 enero 2009
Reduce el riesgo, el sangrado, el coste económico y el tiempo de recuperación del paciente
Un estudio presentado en el marco del Simposio Internacional sobre Terapia Endovascular (ISET) que se está celebrando en Florida (Estados Unidos) concluye que la mejor manera de realizar una angioplastia podría ser a través de la muñeca. Como apunta el equipo de investigadores del Baptist Cardiac and Vascular Institute de Miami (Estados Unidos), a la sazón autores de este trabajo, esta técnica de cateterismo reduce el riesgo, el sangrado, el coste económico y el tiempo de recuperación del paciente a la hora de tratar arterias obstruidas.
Cada año, cerca de un millón de estadounidenses se someten a angioplastia para abrir arterias obstruidas. El método más común consiste en hacer una incisión en la ingle e introducir un catéter que se lleva a través de la arteria femoral hasta el lugar de la obstrucción. Se infla un globo diminuto para abrir la arteria y, en muchos casos, se coloca una endoprótesis vascular o stent para mantener la arteria despejada.
Debido al riesgo de sangrado y daño nervioso en el punto de acceso a la arteria femoral, los pacientes deben permanecer tendidos durante entres dos y seis horas después del tratamiento. En pacientes obesos, llegar a la arteria femoral por la ingle supone un reto no exento de riesgos.
Los investigadores revisaron datos de más de 5.000 procedimientos y concluyeron que llegar a las arterias obstruidas por la arteria de la muñeca (radial) reducía significativamente el riesgo de sangrado (0,3%) y de daño nervioso (0%) en comparación con el acceso por la arteria femoral (2,8% de sangrado o daño nervioso).
Actualmente, el acceso por la muñeca solo se usa en cerca del 2% de los procedimientos de angioplastia. El acceso por la muñeca no es adecuado para todos los pacientes, caso de aquellos extremadamente delgados o de los que tienen arterias pequeñas o torcidas.
En opinión del Dr. Ramón Quesada, director de Cardiología Intervencionista del centro e investigador principal, “el 75% de los pacientes sería candidato para el método radial si fuera una opción. Es cierto que se trata de un método que resulta un poco más difícil para los médicos desde un punto de vista técnico, pero en cuanto lo dominen, creo que muchos lo preferirían. Una de las principales barreras es la falta de oportunidades de capacitación”.