GINECOLOGÍA
La exposición a antenas de telefonía móvil durante el embarazo no aumenta el riesgo de cáncer en el futuro hijo
JANO.es · 13 julio 2010
Según un estudio, la probabilidad de los niños de desarrollar cáncer antes de cumplir cinco años no está relacionada con haber nacido cerca de una antena.
La exposición a antenas de telefonía móvil durante el embarazo no aumenta el riesgo de cáncer en el futuro hijo, según un estudio, realizado recientemente por un grupo de investigadores del Imperial College London, Reino Unido, que publica la revista British Medical Journal”.
Según el estudio, los niños que desarrollan cáncer antes de cumplir 5 años no tenían más probabilidades de haber nacido cerca de una antena que otros menores. Además, dentro de sus conclusiones señala que tampoco produce ningún riesgo sobre la salud de las embarazadas ni del feto, aunque vivan expuestas a los campos electromagnéticos.
Los científicos midieron la distancia entre la casa de los niños y la potencia de emisión de las antenas y concluyeron que los valores eran similares tanto en los pequeños que tenían la enfermedad como en los sanos.
El trabajo, dirigido por el doctor Paul Elliott, analizó 1.397 casos de cáncer en niños de hasta 4 años con leucemia o un tumor en el cerebro o en el sistema nerviosos central entre 1999 y 2001, y los comparó con cuatro controles de la muestra de los registros de natalidad nacional (5.588 niños).
La publicación recuerda que este estudio es el primero en centrase en los riesgos de sufrir cáncer de tumor cerebral y leucemia después de la exposición durante el embarazo. Según el doctor John Bithell, experto del Grupo de Investigación del Cáncer Infantil de la Universidad de Oxford, Reino Unido, "estos resultados deberían de ser expuestos por los médicos a sus pacientes con el objetivo de que no se preocupen por la proximidad de sus casas a antenas de teléfonos móvil".
Asimismo, considera que "alejarse de la antena no está justificado según las evidencias actuales. Los valores epidemiológicos están apoyados también por evidencias experimentales que hasta el momento no han demostrado ningún efecto biológico, en vivo o 'in vitro', que podría llevarnos a preocuparnos por el impacto en la salud".