ONCOLOGÍA
JANO.es · 18 noviembre 2011
Cada año se detectan 20.000 nuevos casos de tumor pulmonar en España, de los que más de la mitad se encuentran en fase avanzada debido a la detección tardía de la enferemdad.
Cada año se detectan 20.000 nuevos casos de cáncer de pulmón en España, de los que más de la mitad están en fase avanzada, debido a que "actualmente no existe ninguna prueba de cribado que permita su diagnóstico precoz". Así lo ha asegurado la doctora Pilar López Criado, del Departamento de Oncología Médica del MD Anderson Cancer Center de Madrid, en declaraciones a Europa Press, con motivo del Día Internacional del Cáncer de Pulmón que se celebró este jueves. López Criado recordó que el diagnóstico tardío hace que el cáncer de pulmón siga siendo uno de los tumores con peor pronóstico. "No hay señales de alerta hasta que no tenemos una sintomatología evidente", lamenta.
Actualmente hay varias vías de investigación en busca de un diagnóstico precoz, como el análisis en sangre de algunos marcadores moleculares o la realización de TAC torácicos en pacientes fumadores, aunque "todavía no hay nada sólido que se pueda aplicar en la población".
"El 'screening' en pulmón es complejo, porque la placa de tórax no diagnostica el tumor hasta que éste no alcanza el centímetro y medio, y la confirmación histológica requiere pruebas adicionales como broncoscopias o biopsias para estar seguros de que lo que tenemos en frente es un carcinoma", explica López Criado.
En tumores no avanzados, el porcentaje de curación es elevado, de hasta un 80%, dado que, en esos estadios, es posible recurrir a la cirugía. Además, en algunos casos se puede reducir el riesgo de recaída con la administración de quimioterapia preventiva tras la operación.
Mientras tanto, apunta la doctora López Criado, la mejor arma para combatir estos tumores es la prevención, que en el cáncer de pulmón "se basa fundamentalmente en dejar de fumar".
Según esta experta, el tabaco ha demostrado ser el factor que más aumenta el riesgo de padecer estos tumores y, al mismo tiempo, su presencia también condiciona la respuesta a los tratamientos. "Hay estudios que demuestran que los que siguen fumando tras el diagnóstico tienen más complicaciones".