GINECOLOGÍA
La FIV no aumenta el riesgo de malformaciones congénitas en los hijos
JANO.es · 06 octubre 2010
Un nuevo estudio contradice investigaciones previas que aseguraban que los niños concebidos por técnicas de reproducción asistida eran más propensos a desarrollar malformaciones.
La tasa de defectos congénitos en niños concebidos por fertilización in vitro (FIV) y otras técnicas no es más alta que para la población general. Así lo afirma el primer estudio sobre el problema, realizado por el equipo de Junhao Yan, de la Shandong University, en China. Estudios previos habían revelado que los niños concebidos por técnicas de reproducción asistida (TRA) son más propensos a desarrollar malformaciones que los concebidos naturalmente.
Según la revista Fertility and Sterility, para este trabajo, los autores reunieron datos de distintos centros sobre 15.405 bebés nacidos entre el 2004 y el 2008. Un total de 189 niños (el 1,23%) nacieron con defectos graves, que el equipo definió como un problema causante de muerte o de discapacidad grave. La cifra no varió significativamente del 1,35% registrado en la población general.
Los bebés concebidos por inyección intracitoplasmática de espermatozoide (ICSI) tuvieron un 1,58% de riesgo de desarrollar malformaciones congénitas, comparado con el 1,11% de los niños concebidos por FIV únicamente. Aunque esa diferencia no fue estadísticamente significativa, el equipo señaló que estudios previos habían sugerido un aumento del riesgo de malformaciones congénitas con el uso de la ICSI.
Los autores hallaron también el mismo patrón de defectos congénitos que en la población general; los más comunes son los cardíacos y neurológicos, los dedos adicionales o unidos, el paladar o el labio hendido y los del tracto digestivo.
El congelamiento, una técnica estandarizada de preservación de embriones, no provocó un aumento de las tasas de malformaciones congénitas.
Un estudio francés publicado este año halló que un 4% de los bebés nacidos por TRA desarrolló malformaciones graves, una cifra similar a la de la población general.
Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), uno de cada 33 bebés que nacen en el país norteamericano tiene un defecto congénito grave.