Un mayor incremento de la frecuencia durante la preparación mental del ejercicio duplica el riesgo de muerte súbita
Según concluye un estudio llevado a cabo por investigadores del INSERM (Francia) y publicado en la edición digital de la revista European Heart Journal (2009;doi:10.1093/eurheartj/ehp160), Antes de realizar una prueba física, la frecuencia cardíaca medida antes de realizar una prueba física podría indicar el riesgo de muerte súbita. Concretamente, los autores descubrieron que las personas que experimentaban un mayor incremento de la frecuencia cardíaca antes de realizar una prueba de bicicleta tenían el doble de riesgo de muerte súbita.
Los investigadores estudiaron a 7.746 funcionarios franceses, descubriendo que los varones cuya frecuencia cardíaca aumentaba en mayor medida, durante el estrés mental suave anterior a una prueba de ejercicio, tenían el doble de riesgo de morir de un ataque cardíaco súbito que aquellos cuya frecuencia se incrementaba levemente. El estudio es.
En palabras del Dr. Xavier Jouven, director de este estudio que, por primera vez, evidencia esta relación, “las personas que mostraran un aumento superior de la frecuencia cardíaca deberían tenerse en cuenta para posteriores investigaciones y para estrategias preventivas personalizadas dirigidas en primer lugar a reducir la probabilidad de enfermedad cardíaca”.
Los participantes pasaron por exámenes de salud entre 1967-1972, incluyendo electrocardiogramas y exámenes físicos. Se midió su frecuencia cardíaca en descanso y después pocos minutos antes de realizar un ejercicio de bicicleta, mientras estaban sentados en el sillín. En este momento se consideraba que los hombres estaban bajo un estrés mental suave, preparando la prueba. Asimismo, la frecuencia cardíaca se midió durante el ejercicio y después durante el período de recuperación.
Estas personas recibieron un seguimiento de 23 años, un período en el que se produjeron 1.516 muertes que incluían 81 muertes súbitas por un ataque cardíaco. Los investigadores descubrieron que los hombres que tenían el mayor aumento en la frecuencia cardíaca durante la fase de estrés mental suave –12 latidos más por minuto– tenían el doble de riesgo de mortalidad en comparación con aquellos que tenían el menor aumento en la tasa cardíaca, con menos de 4 latidos más por minuto.
Frecuencia, esfuerzo y muerte súbita
Por el contrario, los hombres que tenían el mayor aumento en la frecuencia cardíaca durante el ejercicio en bicicleta tenían menos de la mitad del riesgo de muerte súbita en que aquellos cuya frecuencia cardíaca aumentaba menos durante el ejercicio.
Análisis posteriores mostraron que, en realidad, no existían muertes súbitas de ataque cardíaco entre los 440 hombres que aumentaron su tasa cardíaca en menor medida durante el estrés mental suave y aquellos en los que más aumentó durante el ejercicio. Por otro lado, la mayor proporción de muertes repentinas se dio entre los hombres con mayor tasa cardíaca durante el estrés mental suave y el menor aumento de latidos durante el ejercicio.
Los investigadores también descubrieron que el riesgo de morir de forma repentina de un ataque cardíaco estaba muy influido por la predisposición genética: en comparación con aquellos hombres sin antecedentes familiares, el riesgo de muerte súbita aumentaba cerca de tres veces en hombres cuyas madres habían muerto de forma repentina y cerca de 10 veces cuando eran ambos padres.
Como concluyó el Dr. Jouven, “pocas medidas en medicina son tan baratas y fáciles de obtener en grandes poblaciones como la diferencia entre la frecuencia cardíaca en reposo y la anterior a la realización de una prueba de ejercicio. El pulso de la persona ha sido parte de los exámenes médicos durante miles de años y ahora nuestro estudio muestra que puede utilizarse como marcador de pronóstico. Los resultados contribuirán a una mejor comprensión de los mecanismos de la muerte cardíaca”.