ENFERMEDADES MENTALES
La mayoría de los españoles ignoran los síntomas de la esquizofrenia y el trastorno bipolar
JANO.es · 03 mayo 2012
Una encuesta promovida por AstraZeneca revela que casi la mitad de los participantes reconoce no saber los síntomas específicos de estas dos enfermedades, y aquellos que conocen alguno tienden a destacar los aspectos negativos.
La mayor parte de los ciudadanos españoles desconoce los síntomas de la esquizofrenia y el trastorno bipolar, según una encuesta promovida por la Fundación AstraZeneca, realizada a 5.473 personas, y que ha sido publicada en la revista de Psiquiatría y Salud Mental.
En concreto, casi la mitad de los encuestados reconoce no saber los síntomas específicos de estas dos enfermedades y aquellos que conocen alguno tienden a destacar los aspectos negativos como, por ejemplo, la violencia o las conductas agresivas.
Según la responsable del Programa de Trastornos Bipolares del Servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario La Paz, y coordinadora del artículo, Consuelo de Dios, estos resultados son "sorprendentes" y deben "mover a una profunda reflexión" sobre la información que se transmite de las mismas a través de los medios. La doctora destaca, asimismo, la "absoluta necesidad" de realizar campañas de información y de formación sobre las enfermedades mentales graves.
El estudio refleja que más de la mitad de los encuestados creen que estas enfermedades no son fáciles de diagnosticar y, un 40% de ellos considera que son los propios pacientes y familiares los que desconocen que sufren estas enfermedades. Además, creen que el enfermo que conoce su enfermedad tiende a ocultarla y no acude al médico por miedo al rechazo.
"Estos resultados confirman la necesidad de combatir el estigma asociado a las enfermedades mentales, y la dificultad de acceso al sistema sanitario como otro elemento que retrasa y dificulta el diagnóstico", comenta la doctora.
Del estudio también se desprende la importancia que se concede a los tratamientos psicológicos y farmacológicos, ya que la mayoría de los encuestados señala que el tratamiento es para toda la vida y que abandonarlo puede ser perjudicial. Sin embargo, un subgrupo considera que un tratamiento muy prolongado puede ser perjudicial.
"Un porcentaje alto tiende acertadamente a pensar que son tratamientos a largo plazo, que su abandono puede llevar a una recaída, que es necesario el tratamiento continuado, y que los abordajes terapéuticos que combinan el tratamiento farmacológico con alguna intervención psicosocial o psicológica son los más adecuados", explica esta experta.