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La percepción que tienen los pacientes con osteoporosis sobre su enfermedad y el impacto de la misma sobre su calidad de vida, si bien notablemente mejorable, supera significativamente las expectativas de los profesionales clínicos, una realidad que, como explica el Dr. René Rizzoli, vicepresidente del Comité de Asesores Científicos de la Fundación Internacional para la Osteoporosis (IOF), “constata la existencia de defectos en la comunicación médico-paciente y que, incluso y cuando menos parcialmente, podría explicar el elevado índice de incumplimiento terapéutico asociado con la enfermedad”.

 

La evidencia deriva de los resultados de la Encuesta OsteoLink, trabajo llevado a cabo por la propia IOF en Australia y 12 países europeos –entre ellos España– con la participación de 844 mujeres mayores de 55 años diagnosticadas de la enfermedad y 837 doctores y presentado en el día de hoy en el marco de la 31ª Reunión Anual de la Sociedad Americana para la Investigación Ósea y Mineral (ASBMR) que se está celebrando en la ciudad de Denver (Estados Unidos).

 

Concretamente, y según los resultados, únicamente un 51% de los especialistas considera que los pacientes temen sufrir una fractura ósea como consecuencia de su enfermedad, un porcentaje que en el caso de la percepción de los propios afectados se eleva a hasta un 79%. Es más; esta diferencia de un 28% en la percepción es incluso superada por las relativas al temor a experimentar una pérdida de actividad por la enfermedad –un 30% (70% de los afectados vs. un 40% de los doctores)–, al miedo a perder la capacidad de trabajar –27% (57% vs. 30%), o al temor a tener que depender de asistencia –30% (60% vs. 30%).

 

Y es que contrariamente a la creencia de los profesionales, los pacientes se encuentran bien informados: no sólo un 63% afirma que sus conocimientos sobre la osteoporosis son buenos, sino que hasta un 93% es capaz de definirla correctamente. Aún así, un 33% no sabe identificar los factores de riesgo de la misma; un 57% afirma que es una consecuencia natural del envejecimiento; un 18% no considera que la adherencia a los tratamientos sea importante; y hasta un 32% reconoce no cumplirlos.

 

 

 

El 29% de los encuestados afirmó que “la discontinuación esporádica de las terapias no constituía ningún problema”. Una situación, cuando menos, peligrosa, más aún cuando se contempla la significativa infrautilización de los tratamientos farmacológicos dirigidos a la enfermedad. Como indicó el Prof. John Kanis, presidente de la IOF, “únicamente un 20% de las mujeres con osteoporosis que ha padecido una fractura recibe tratamiento durante el primer año posterior al episodio”.

 

Por todo ello, y en aras de revertir esta situación, la IOF ha anunciado la inminente puesta en marcha del Programa OsteoLink, una iniciativa patrocinada por Amgen y Medtronic que, bajo el lema Construyendo mejores huesos y según explicó el Dr. Rizzoli, “tendrá por objetivo mejorar el abordaje de la enfermedad, por lo que estará dirigido tanto a los pacientes y sus amigos y familiares como a los propios profesionales. Para ello, se facilitará información no sólo en persona, fundamentalmente con el desarrollo de reuniones de apoyo, sino también a través de la página que la IOF dispondrá en internet”.